Logo de cuatro
Deportes Cuatro

cuatro

Lágrimas y preocupación en los aficionados del Cádiz: "Estoy que me va a dar algo"

Gran preocupación la que vivían los aficionados que acudieron al Nuevo Mirandilla para presenciar el Cádiz-Barcelona. Un varón de unos 65 años sufría un infarto, lo que llevaba al partido a suspenderse durante más de 15 minutos. Varios seguidores gaditanos abandonaron momentáneamente el estadio, y en sus caras se veía la preocupación y la tensión de no saber qué había pasado exactamente.

Gente intranquila, una ambulancia en las inmediaciones y varios aficionados pegados al móvil para tratar de saber cuál era el estado de salud del hombre, que afortunadamente fue trasladado consciente y con pulso al hospital gaditano que se encuentra a tan solo unas calles del estadio.

0-4. El Barcelona sigue a toda velocidad

Un Barcelona con renovado once titular sumó tres nuevos puntos a costa de un Cádiz que aguantó con empate hasta el minuto 55, cuando De Jong abrió el marcador en el Nuevo Mirandilla, donde Lewandowski, Ansu Fati y Dembélé completaron el resultado (0-4) a favor del equipo azulgrana, que es líder a la espera de lo que haga el Real Madrid este domingo.

El partido estuvo marcado por un parón de 50 minutos en su tramo final para atender a un espectador que necesitó asistencia médica. Tras 19 minutos esperando sobre el terreno de juego, los futbolistas se retiraron los vestuarios para esperar la reanudación de los últimos nueve minutos más el tiempo extra.

El orden defensivo local mantuvo el empate sin goles en la primera mitad pese al empuje del equipo azulgrana, que finalmente se impuso en una segunda mitad que contó con el estreno de Marcos Alonso. El entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, alineó un equipo con nueve novedades respecto al último partido, debutando incluso Bellerín en el lateral derecho. El técnico ya había dejado entrever rotaciones en la previa del choque, dejando finalmente sentados a jugadores como Lewandowski, Pedri o Dembélé.

Por parte local, también cambios y la sorpresa del canterano Momo como central para estrenarse en Primera División. Un flojo despeje de Piqué en el segundo minuto de juego permitió disparar a Sobrino en el interior del área, pero muy desviado. La respuesta azulgrana fue un disparo de Raphinha al poste izquierdo de Ledesma, que envío a córner el disparo posterior de Ferrán Torres. Comenzaba ahí el dominio del conjunto catalán frente un Cádiz replegado, pero preparado para salir a la contra a la mínima oportunidad.

Los de Xavi llevaban el peso del juego, pero no lograban crear oportunidades claras. Hasta los 34 minutos hubo que esperar para contabilizar un disparo peligroso. Memphis, dentro del área, finalizó chutando fuera tras una larga jugada después de un saque de esquina. A los 38 minutos, el Barcelona pidió penalti por un posible derribo de Iván Alejo sobre Balde.

Ya en el añadido de la primera mitad, Ledesma se estiró para desviar un centro con rosca de Memphis que iba dirigido a Gavi. Acto seguido, un disparo de Ferrán se marchó fuera por poco y se llegó al descanso. Sin cambios en las alineaciones se reanudó el partido y se repitió el guion de la primera mitad, con el Cádiz atacando en los primeros minutos. De Jong intentó una vaselina con calidad, pero Ledesma atrapó el balón con tranquilidad. Fue el primer aviso visitante de la segunda mitad.

Más clara fue la ocasión del cadista Fede San Emeterio, que disparó demasiado alto un balón que había cazado suelto en el área del Barcelona. Cuando Xavi preparaba tres cambios llegó el 0-1, obra de De Jong. Raphinha ofreció un pase profundo a Gavi y el canterano cedió atrás obligando a Ledesma a despejar como pudo. La pelota llegó a pies del centrocampista holandés, que no perdonó la ocasión para abrir el marcador.

La ventaja no cambió los planes de Xavi, que introdujo en el terreno de juego a Pedri, Dembélé y Lewandowski, que apenas tardó ocho minutos en ver portería. El polaco culminó una jugada parecida a la del primer gol, con nuevo despeje forzado de Ledesma y balón muerto en el área. A los 81 minutos, el árbitro detuvo el partido al percatarse de que un aficionado sufría un problema grave de salud y necesitaba atención médica. Un silencio absoluto reinó en el estadio y todos los futbolistas, con gestos serios y algunos incluso rezando, esperaron sobre el césped.

Tras retirarse a los vestuarios para esperar una decisión sobre el partido, ambos equipos lo reanudaron en un estadio con mucho menos público. Lewandowski, mano a mano ante Ledesma, prefirió regalar el 0-3 a Ansu Fati Y ya en el tiempo extra, Dembélé anotó el cuarto tanto en jugada personal.