Un Barcelona nuevo –dentro de las posibilidades económicas- con carácter y máxima implicación dentro y fuera del césped. Xavi Hernández afronta la que será su primera temporada integra en el banquillo culé y quiere dar un vuelco completo a la plantilla.
Sin aspavientos ni malas formas, el entrenador ya ha dejado claro a varias ‘vacas sagradas’ que el cartel de titularísimos e intocables es cosa del pasado. El caso más claro es el de Gerard Piqué.
Xavi le ha abierto de par en par las puertas de salida del Camp Nou. El defensa insiste en quedarse (tiene contrato hasta junio de 2024) e intentar recuperar su mejor forma. Pero el entrenador catalán ya no ve a Piqué como un fijo en su equipo.
Si se queda será tratado como uno más del grupo pero no habrá más beneficios personales para Piqué. Ni puesto asegurado ni voz de mando en el vestuario por encima incluso del entrenador. Esos tiempos se acabaron.
Los problemas económicos culés marcaran las salidas y entradas este verano. Eso sí, Xavi tiene claro que solo contará con jugadores centrados al cien por cien en los objetivos blaugranas. Nada de tener la mente en aspectos empresariales ni extradeportivos en esta segunda campaña.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, explicó que el club es optimista con la renovación de un Gavi que está "a punto de aceptar" la oferta de la entidad culé y recordó que Dembelé también tiene propuesta para continuar pero que la directiva "no tiene noticias" del francés.
"Gavi quiere continuar, es de la cantera y nos ilusiona mucho que siga. Está a punto su renovación. Dembelé tiene oferta nuestra sobre la mesa, pero, en principio, no tenemos noticias de que haya aceptado", recalcó el dirigente.
Tanto la parte directiva como la deportiva tienen claro que es el momento de la ‘mano dura’. Se acabaron las concesiones y los caprichos que durante años han tenido los futbolistas culés.