Inaceptable la violencia ultra que se vivió en el partido entre el Niza y el Marsella. Payet, jugador del Marsella, recibió un botellazo en la espalda al intentar sacar un córner y el futbolista se revolvió y tiró la botella de vuelta a la grada. Los ultras del Niza tuvieron una actitud lamentable y que no se puede permitir en el fútbol y saltaron al terreno de juego para agredir a los jugadores rivales. Los radicales provocaron una batalla campar sobre el césped que volvió a dar vergüenza del fútbol.
La seguridad del estadio tuvo que intervenir rápidamente, pero los ultras consiguieron llegar hasta algunos jugadores del Marsella. El partido se suspendió durante unos minutos, y cuando la policía y la Ligue 1 autorizó a seguir jugando, fue el propio Marsella el que se negó a jugar por temor a que se volvieran a repetir las imágenes.
La situación se generó cuando Dimitri Payet iba a lanzar un saque de esquina y recibió el impacto de una botella en la espalda. El jugador devolvió el objeto lanzado antes desde el fondo norte, donde estaban situados los seguidores radicales del cuadro nicense. Numerosos aficionados de la zona rebasaron el control de seguridad e irrumpieron en el césped y se produjo una situación de caos y violencia ultras intolerables en el deporte.
La invasión de campo dejó imágenes de violencia entre los jugadores de ambos equipos, aficionados y jugadores del Marsella y su cuerpo técnico, con un Jorge Sampaoli también en cólera. Tras muchos minutos de tensión y enfrentamiento, con intervención policial, los equipos se metieron en sus vestuarios.
La Liga francesa y las autoridades decidieron la reanudación del encuentro, pero el Marsella se negó a volver al campo temiendo por su seguridad. Por ello, el colegiado dio el partido por ganado al Niza por abandono del rival según el reglamento.