El Paris Saint Germain volvió a pinchar. Esta vez en el Clásico de Francia ante el Olympique de Marsella. Los parisinos formaron de inicio con su ‘tridente mágico’ (Messi, Neymar y Mbappé) pero poco pudieron hacer ante un equipo local entregado. El partido estuvo marcado por la vergonzosa actuación de los ultras en varios momentos. El VAR anuló dos goles y Achraf fue expulsado en el minuto 57.
El clásico tuvo de todo menos goles. Las gradas llenas, un público caliente, intervenciones decisivas del VAR, interrupción por el comportamiento de parte de los aficionados e, incluso, un espontáneo sobre el campo.
Ni Leo Messi ni Kylian Mbappe ni mucho menos Neymar, que formaron de inicio el ataque parisino junto a Ángel Di María, brillaron en un duelo sin gran juego pero con emoción que tuvo más cerca el equipo de Jorge Sampaoli, sobre todo en la segunda parte.
El dominio del partido lo amarró al principio el cuadro de Mauricio Pochettino. Mbappe y Messi, de cabeza, tuvieron ocasión de marcar pero no acertaron.
Al cuarto de hora, un mal tiro de Neymar, que buscaba a Mbappe, fue interceptado por el brasileño Luan Peres, que introdujo la pelota en su propia portería. El VAR intervino y anuló el tanto. Al Marsella también le ocurrió cuando un centro del español Pol Lirola fue aprovechado por el polaco Arkadiusz Milik. Entró en acción el videoarbitraje, que invalidó el gol.
Las ocasiones decayeron en una primera parte interrumpida a la media hora por el comportamiento de los radicales locales, que lanzaron al terreno de juego objetos cada vez que Neymar o Messi pretendían ejecutar un saque de esquina.
Tras el intermedio, una acción marcó el partido. Undar encaraba en solitario la meta de Keylor Navas y fue trabado por Achraf. Fue fuera del área, pero la acción le costó la tarjeta roja al defensa.
La superioridad animó al Marsella, que cercó la portería de Navas. Siempre sin acierto. Ni Dimitry Payet ni Valentin Rongier ni Konrad de la Fuente aprovecharon oportunidades claras para marcar y desequilibrar el partido mientras el París Saint Germain solo amenazaba con acciones al contraataque.
El empate reduce la distancia del equipo de Pochettino en el liderato. Supera en siete puntos al Lens, que ganó al Metz, mientras que el Marsella queda cuarto, por detrás también del Niza, a diez del primer lugar.