Egipto se llevó la eliminatoria ante Marruecos en los cuartos de final de la Copa de África, pero la polémica entre ambos equipos llegó con el pitido final. Según ha publicado L'Equipe, se produjo un monumental enfrentamiento entre las delegaciones de ambos equipos en donde uno de los protagonista fue Achraf, jugador del PSG.
El desencuentro comienza con una bofetada del cuarto portero de Egipto a Fouzi Lekjaa, presidente de la federación de Marruecos. El arquero se abalanzó sobre él porque quería defender al ayudante de su entrenador y lo hizo de la peor forma posible.
Esa escena fue el detonante para que más jugadores de ambos conjuntos se enfrentaran después de un encuentro caliente que en donde hubo varias entradas duras y con algún desencuentro sobre el césped. Ante tal situación, la seguridad del estadio tuvo que intervenir y separar.
Achraf fue uno de los jugadores que más activo estuvo y tuvieron que sujetarle para que no fuera directamente al vestuario de Egipto para que no respondiera a golpes.
Decepción, frustración y tristeza. Estos son los sentimientos de los marroquíes después de la derrota de su selección ante Egipto (2-1) en los cuartos de final de la Copa de África de fútbol.
"Estamos acostumbrados a las frustraciones", lamentaba un hincha marroquí que este domingo seguía el partido en un café en las afueras de Rabat, mientras contemplaba en la televisión la euforia egipcia por la victoria.
En el establecimiento, que colocó dos pantallas dentro y fuera para la ocasión, muchos guardaban la esperanza de poder romper la maldición de los cuartos de final, una barrera que Marruecos no ha superado desde 2004.
Los aficionados, varios vestidos con camisas de Marruecos, empezaron el partido con vítores y aplausos y varios ondearon las banderas que llevaban tras el penalti de Boufal que subió los ánimos de los presentes.
Pero de pronto reinó la desilusión tras el empate egipcio, y con el segundo gol de Egipto en la prórroga muchos se levantaron para abandonar el lugar. Otros se quedaron inmovilizados, las miradas fijas en el televisor y las manos sobre la cabeza.
"Nuestros jugadores están cansados y desestabilizados psicológicamente con el empate y la jugada de Salah", explicaba un aficionado a Efe con los ojos puestos en una de las pantallas.
En Marruecos había este domingo mucha expectación por el partido con las redes sociales encendidas de apoyo a su selección, los "Leones del Atlas". Los medios del país magrebí lo veían casi como un ´clásico' contra el país más laureado de la CAN.
Ante la esperada afluencia de los aficionados, las autoridades locales exhortaron a los propietarios de los cafés a tomar medidas para evitar la propagación de la ómicron. Pero la maldición que parece pesar sobre el equipo marroquí no dejó lugar a celebraciones.