Jermain Defoe, exjugador del Tottenham Hotspur, West Ham United y de la selección inglesa, ha anunciado que se retira del fútbol profesional a sus 39 años. El delantero cuelga las botas tras 22 temporadas en la élite en donde marcó 304 goles en 762 partidos. Además, hizo 20 dianas con la selección inglesa, con la que participó en 57 encuentros.
A lo largo de su vida deportiva, Defoe jugó en el Bournemouth, West Ham, Tottenham, Portsmouth, Toronto, Rangers y Sunderland, equipo en el que ha anunciado su despedida del fútbol.
"Ha sido una situación muy difícil. Comencé mi carrera deportiva a los 17 años y ahora siento que es el momento para decir adiós. El fútbol siempre estará en mis venas y me da mucho orgullo mirar atrás y ver la carrera que he tenido. Ahora pasaré un tiempo con mi familia y amigos antes de comenzar el próximo capítulo de mi aventura", dijo Defoe en un comunicado.
Defoe marcó 162 tantos en la Premier League, lo que le coloca como el noveno máximo artillero de la competición desde que esta se formara como tal en 1992. Además, es el décimo quinto jugador con más partidos en Primera división, con 494 encuentros.
Defoe conoció a Bradley Lowery en el 2015 cuando fichó por el Sunderland. En ese momento el pequeño padecía neuroblastoma, un tipo de cáncer que afecta con mayor frecuencia a bebés y niños, y hacía de mascota de los jugadores. Eso hizo que se estableciera una relación muy estrecha.
El jugador del Sunderland le acompañaba al hospital cuando recibía el tratamiento o estaba ingresado. En esa época Defoe compartía muchas imágenes con él. "Su amor es puro, puedo verlo en sus ojos cuando me mira", decía el inglés.
El pequeño desgraciadamente falleció y el futbolista le dedicó una carta en donde se le veía tremendamente afectado. "Adiós, mi amigo, te extrañaré muchísimo. Me siento bendecido porque Dios te trajo a mi vida y tuve momentos asombrosos contigo. Estoy agradecido. Nunca olvidaré la forma en la que me miraste cuando nos conocimos, el genuino amor en esos lindos ojos. Tu coraje y valentía seguirán inspirándome por el resto de mi vida. Nunca sabrás la diferencia que causaste en mí como persona. Dios te tiene en sus brazos y yo siempre te llevaré en mi corazón. Duerme profundamente, pequeño. Mi mejor amigo”.
El jugador tras esto se tatuó su nombre en el brazo y lo compartió con sus seguidores en las redes sociales. Una historia que conmovió al mundo del fútbol y que fue muy aplaudido su trato tan humano.