Este sábado se cumplen diez años del día más importante en la historia del fútbol español. Este sábado se cumplen diez años desde que fuimos campeones del mundo en Sudáfrica tras ganar a Holanda en la final gracias a un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116. Una cita que nadie olvidará y que puedes volver a ver este sábado a las 15.40 en Cuatro, mitele.es y la app de Deportes Cuatro.
A fecha de 2020 y con la perspectiva que nos ha dado todo este tiempo, analizamos cuáles fueron las cinco claves para que España consiguiera levantar la tan ansiada copa tras un partido en el que Holanda intentó hacer todo lo posible para no dejar a España jugar al fútbol.
Los goles son la salsa del fútbol y sin aquel tanto de Andrés Iniesta, hoy no seríamos campeones del mundo. Aquella jugada está grabada en la retina de todos los españoles. Esa jugada que comenzó Jesús Navas por banda, como Torres intentó el centro, que acabó en las botas de Fábregas, que puso la asistencia para el jugador manchego y lo demás, es historia de nuestro fútbol.
Aquella noche, el 'Santo' consagró su leyenda. Corría el minuto 61 de encuentro, Sneijder rompía con un pase en largo la defensa española y dejaba a Arjen Robben solo ante Iker Casillas. El entonces portero del Real Madrid aguantaba al holandés y sacaba el pie para rozar el esférico y enviar el balón a saque de esquina. Casillas salvaba un tanto cantado que bien podía haber significado la victoria para el conjunto holandés.
Diez años después, todos los españoles y medio mundo siguen sin poder explicarse cómo es posible que Howard Webb no expulsara a De Jong. Xavi Hernández elevaba un balón al aire, Xabi Alonso intentaba bajarlo y De Jong le propinaba un patadón en el pecho al ex jugador del Liverpool que lo dejó en el terreno de juego sin casi poder respirar. La infracción solo se saldó con tarjeta amarilla pese a la insistencia de los futbolistas españoles.
El gol de Iniesta desató la euforia de toda la Selección Española, incluso los suplentes, que se fueron al corner a celebrar el tanto del jugador manchego. Todos menos dos futbolistas, Iker Casillas, que seguía en la portería, y Carlos Marchena. El defensa invadió el campo y se colocó delante del centro del campo para que los jugadores holandeses no pudieran sacar de centro y poner así las tablas en el marcador. Un gesto que pasó desapercibido para todos y que fue revelado por el propio Marchena hace solo unos meses.
Las lágrimas, los abrazos, las sonrisas y la incredulidad invadieron a los futbolistas de 'La Roja' una vez se supieron campeones del mundo. Fue el triunfo no solo de un equipo sino de una familia, de un grupo de amigos a los que les encantaba jugar al fútbol. Con el paso de los años y siempre que han recordado aquel Mundial han coincido en lo mismo: es muy, muy difícil que aquello pueda volver a repetirse.