La situación del Chelsea no es alentadora y empeora por momentos. El club inglés está pendiente de la venta y esta se encontraba muy encauzada, pero Roman Abramovich no lo está poniendo nada fácil. De complicarse la situación podría poner en riesgo su participación de cara a la próxima temporada no solo en Europa, sino también en la Premier League.
El comprado que más puntos tenía para hacerse con el Chelsea era Todd Boehly, accionista de los Lakers y dueño de los Dodgers. El acuerdo estaba cercano, pero el todavía dueño no tiene claro qué hará con el préstamo de 1.900 millones de euros que concedió al club inglés a través de una sociedad.
Dicha empresa está vinculada de cierta forma a Abramovich y este ahora exige que este préstamo se abone. El gobierno británico teme que todo este dinero sea abonado y con ello se contribuya a financiar a Rusia para la guerra.
Este retraso en la venta podría poner contra las cuerdas el futuro del club inglés. Desde el gobierno empiezan a avisar que al Chelsea se le agota el plazo. Nadine Dorries, secretaria de Cultura, aseguró que está en "el tiempo extra".
El plazo se acaba el 31 de mayo ya que la “licencia operativa” termina ese día. Por lo que de no conseguirse la venta antes de esta fecha tanto la Premier como la UEFA podrían dejarles fuera de las competiciones si no hay un nuevo dueño para esa fecha.