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Florentino y Laporta ganan una pequeña batalla contra la UEFA: no podrá sancionar a los clubes organizadores

La guerra entre la Superliga y la UEFA sigue en pie. Esta vez la justicia ha caído del lado del primero ya que la Audiencia Provincial de Madrid ha estimado el recurso de apelación que presentó la organización a la que pertenece el Madrid y el Barça y ha desestimado la oposición que planteó la entidad dirigida por Ceferin.

La Audiencia ha estimado el recurso de apelación interpuesto por la Superliga y ha revocado la resolución apelada del auto del pasado mes de abril, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid dictaminó el fin de las medidas cautelares solicitadas por la Superliga tras estimar el recurso presentado por la UEFA, que tenía vía libre para sancionar si lo deseaba al Real Madrid, FC Barcelona y Juventus, los tres supervivientes del proyecto.

Según el auto, el proyecto de la Superliga "no resultaría incompatible con que los clubes interesados pudieran seguir tomando parte en las competiciones nacionales", y resalta que la decisión de abandonar una competición "debería ser libre y no impuesta conforme a criterios de un gestor que podría incurrir en arbitrariedad desde la posición de conflicto de interés que se le suscita al monopolista que da signos de que aspira a mantener su privilegiado estatus".

Además, destaca que se está produciendo una "agresión a la libre competencia" desde el momento en que "desde la posición de dominio se está tratando de influir de manera determinante, mediante la amenaza de adopción de medidas sancionatorias en su contra, sobre los sujetos que prestan los servicios en el mercado relevante para que desistan de ofrecerlos al competidor".

"La eventual justificación de la conducta de FIFA y UEFA como un intento de proteger el modelo deportivo europeo la estimamos como una excusa endeble", señala el auto de la Audiencia Provincial de Madrid, que califica de "particularmente grave" la conducta de los dos organismos rectores del deporte.

"FIFA y UEFA no pueden justificar su conducta anticompetitiva como si fueran las únicas depositarias de determinados valores europeos, sobre todo si ello ha de servirles como excusa para sustentar un monopolio desde el que poder excluir u obstaculizar la iniciativa del que aspira a ser su competidor, porque ello les descoloque su estructura y modelo de negocio", añade.

En este sentido, recalca que "el monopolio se está ejerciendo desde entidades privadas que se atribuyen el poder de decisión sobre quién deba poder operar en el mercado de la organización de competiciones internacionales de fútbol profesional en Europa y que han mostrado un designio contrario a tener que compartir siquiera una porción del mismo con quien aspira a ser un competidor".

En abril de 2021, doce clubes, entre ellos el Real Madrid, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, anunciaron la formación de una Superliga europea, pero el plan fracasó a los pocos días debido a la oposición de aficionados, ligas y federaciones. Nueve de los clubes se retiraron rápidamente del proyecto: los seis equipos ingleses Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Tottenham y Arsenal, además del AC Milan, el Inter de Milán y el Atlético de Madrid.