Cristiano Ronaldo y Messi se volvían a reencontrar, aunque esta vez fuera de Europa. El PSG y el equipo formado por los mejores jugadores del Al Nassr y el Al Hilal se enfrentaban en un amistoso en donde el morbo recaía sobre el duelo entre una de las máximas rivalidades de la última década.
Todos los focos estaban puestos en ellos dos, sobre todo en el momento del saludo. Ni en el túnel de vestuarios ni en el saludo de manos típico entre los dos equipos. Las dos estrellas esperaron unos segundos antes del inicio del partido para intercambiar un breve saludo con la mano.
La expectación para verlos era máxima y muchos aficionados estaban dispuestos a dejarse el dinero que hiciera falta para no perderse el que podría ser su último partido enfrentados y han llegado a pagar más de dos millones por las entradas para acceder al estadio.
CR7 era el capitán del conjunto Riyadh Season Team, compuesto por una selección de jugadores del Al Nassr, donde milita el portugués, y del Al Hilal, otro de los grandes equipos de Arabia Saudí. El cuadro estaba compuesto por otras estrellas de la liga del país árabe, como el atacante Salem al Dawsari, la estrella de la selección de Arabia Saudí durante la Copa del Mundo de Qatar 2022.