Estamos a menos de dos meses para el inicio del Mundial y comienzan a llegar las primeras muestras de protestas contra la celebración en Qatar. Tras el anuncio de las camisetas 'transparentes' de Dinamarca hace tan solo unos días, las ciudades francesas también han tomado una decisión de boicot: las principales ciudades francesas no colocarán pantallas gigantes durante los partidos. Durante todas las últimas ediciones de la Copa del Mundo de fútbol, las calles francesas se han llenado de millones de aficionados viendo los partidos en la calle.
París ha sido la última ciudad en unirse a este movimiento que ya conforman siete ciudades francesas. La capital parisina se une así a Marsella, Burdeos, Estrasburgo, Lille, Reims y Rodez. Durante la celebración de la cita mundialista en territorio qatarí, las calles del país vecino no colocarán las populares pantallas para emitir los partidos para denunciar la falta de derechos humanos en Qatar y mostrar la disconformidad de que se celebre en este país árabe. El Ayuntamiento de Marsella ha publicado en que, a su juicio, el torneo en Medio Oriente es una “catástrofe humana y medioambiental”.
El debate se ha abierto en las redes sociales, ya que muchos aficionados se preguntan qué lleva a París a tomar esta decisión. Qatar es el propietario del principal club de la ciudad, el París Saint-Germain, y durante la última década ha sido 'bienvenido' en la capital. Algunos aficionados se preguntan por qué hay que apoyar la gestión del club del Parque de los Príncipes y ahora tomar esta medida para no enseñar la organización de un Mundial por parte de la misma gestión y financiación.
El Ayuntamiento de París también ha confirmado que, "por razones meteorológicas", tampoco era ideal el montaje de estas pantallas. En noviembre y diciembre, la capital parisina sufre unas bajas temperaturas que hacen difícil la celebración de actos al aire libre.