Kylian Mbappé ha causado un auténtico revuelo en Francia. La Federación francesa emitía un comunicado en el que aseguraban que el delantero del PSG no participaría en las sesiones de fotografía por desacuerdos con las empresas que pueden utilizar su imagen.
La FFF indicó que se compromete a revisar "en el plazo más breve posible" la convención sobre los derechos de imagen de los jugadores de la selección, cuando hasta ahora su posición era que no se modificaría hasta el Mundial de Qatar en noviembre.
Una revisión que dice haber decidido después de unas conversaciones "concluyentes" entre los representantes de la selección, el presidente de la federación, el seleccionador y un responsable de mercadotecnia.
El objetivo, según su versión, es establecer "un nuevo acuerdo que le permita asegurar sus intereses teniendo en cuenta las preocupaciones y las convicciones legítimas manifestadas unánimemente por sus jugadores".
Se trataba de mostrar así su desacuerdo con la forma en que se eligen los patrocinadores y de reclamar, como lo viene haciendo desde hace tiempo, un cambio de la convención de los derechos de imagen que firmó en 2017 cuando se estrenó con la selección.
Mbappé, como el resto de los internacionales, rubricó ese texto que data del Mundial de 2010 por el que cada futbolista recibe 25.000 euros por partido con los 'Bleus' y a cambio la FFF puede negociar sus derechos de imagen con los anunciantes.
La estrella de la selección francesa ha asegurado que su negativa a prestarse a esas sesiones no es por dinero, ya que lo que gana en patrocinio a la selección lo dona a asociaciones caritativas, sino porque no quiere estar asociado a lo que representan ciertas marcas.
Es bien conocido que Mbappé rechaza estar vinculado comercialmente con el negocio de la comida rápida o con empresas de apuestas.