El Rayo Vallecano impuso la lógica en la Copa del Rey y superó por 1-3 a un ambicioso Bergantiños, que completó un partido muy serio a pesar de las tres categorías de diferencia que hay entre uno y otro, y que se encontró con Luca Zidane antes de que los madrileños le golpearan para superar la segunda eliminatoria de la Copa del Rey.
Como hace más de tres decenios, la eliminatoria copera cayó del lado del Rayo, y, como entonces, tuvo sus opciones el Bergantiños, pero los de Andoni Iraola resolvieron con una pegada de Primera, aunque también fallaron en el segundo tiempo y dieron vida en ese periodo a los locales.
El Bergantiños fue ambicioso en As Eiroas. Controla sus dominios y el bote del balón en una superficie artificial a la que cuesta aclimatarse, y, además, salió con descaro. Al Rayo Vallecano, todo un Primera División, adaptarse al campo de la localidad coruñesa de Carballo le costó más de media hora.
Solo la falta de acierto de los locales y las intervenciones de Luca Zidane impidieron a los de José Luis Lemos ponerse por delante en ese periodo. Un disparo de Yelco (m.13) ajustado al poste derecho de la portería rayista, aunque por fuera, un remate de Remeseiro y otro de Escobar en un centro de Blas que prolongó Carlos López fueron los argumentos del 'Bergan'.
El Rayo, que solo había dado sensación de peligro con su presión a la salida del balón de los locales, contrarrestó a los carballeses a ocho minutos para el descanso en un saque de esquina que ejecutó Unai y cabeceó Mario Suárez.
No cambiaron los protagonistas y tampoco las intenciones tras el paso por el vestuario. El Bergantiños, con uno de sus jugadores más incisivos, Boedo, intentó sorprender al Rayo con la zurda a los tres minutos del segundo periodo y Escobar, con un testarazo, probó a Luca Zidane.
De nuevo se repitió el guion del primer tiempo, esta vez a los 67 minutos, con un tanto de Pathé Ciss tras una buena acción ofensiva de Andrés y Pozo.
Perdonaron los de Vallecas la sentencia en las botas de Nteka y el Bergantiños, que fue a por el ida y vuelta, se metió en el partido a falta de trece minutos con un tanto de Cano desde la frontal, donde recibió un pase de Escobar.
En ese todo o nada de los locales, el Rayo Vallecano se encontró con las intervenciones casi milagrosas de Brais Pereiro y fue incapaz de cerrar el partido hasta el tiempo de descuento, cuando Sergio Moreno aprovechó el rechace de Brais a un disparo de Bebé para finiquitar el pase de los madrileños.