Sevilla y Lille no han pasado del empate a cero goles en su enfrentamiento de la fase de grupos de la Champions en Francia. Ambos conjuntos buscaron el gol en un partido con pocas ocasiones y nulo para los delanteros. Los deberes quedan pendientes para ambos.
El Sevilla, fiel a su estilo de juego, buscó desde el arranque el controlar la situación lejos de su meta, pero tuvo que trabajar mucho para conseguirlo ante el ímpetu que pusieron los locales para enlazar con sus dos hombres mas adelantados.
No pasó nada en las áreas hasta que a los veinte minutos un fallo del portero local, el croata Ivo Grbic, en la salida del balón le dio la oportunidad a Rafa Mir, pero su remate fue rechazado bajo palos por el central portugués Tiago Djaló.
La respuesta del Lille llegó poco antes de cumplirse la media hora, en esta ocasión en una pelota que perdió el lateral argentino Marcos Acuña de lo que se aprovechó Renato Saches, aunque el portero marroquí Yassine Bono controló la situación.
Dos acciones que hicieron despertar un partido en el que los visitantes tuvieron mas el balón, como en un par de remates con intención del argentino Lucas Oampos a los que respondió Grbic, aunque los locales también lo intentaron con un juego directo frente a lo adelantado de líneas del adversario.
En esta pelea táctica fue la formación de Lopetegui la que ganó el pulso conforme avanzó el partido a su descanso, en el que el meta del Lille estuvo activo frente a las intentonas sevillistas con remates de un muy participativo Ocampos, de Rafa Mir o de Suso Fernández, aunque la falta de puntería impidió el gol en la primera parte.
En la reanudación se mantuvo la misma tónica, un Sevilla con mas posesión y un Lille que esperó a salir a la contra y que vio como pronto Lopetegui tuvo que hace un cambio obligado por la lesión de Rekik, con lo que dio entrada a Joan Jordán y recompuso la defensa, y aún mas con la marcha de Acuña, quien también sintió molestias físicas.
Estas circunstancias parecieron resentir el dominio visitante, equipo al que le costó acabar jugadas de ataque y que pareció fatigado físicamente en el tramo final del choque, en el que el 0-0 dejó mucha incertidumbre con un Lille que se creyó que podía ganar y que poco a poco hizo recular al Sevilla, aunque nunca lo suficiente para cambiar un empate que le puede valer a la formación hispalense.