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Benzema y Vinicius salen al rescate de un Madrid sin espíritu ante el Shakhtar (2-1)

  • Benzema hizo doblete para el Madrid y el gol 1.000 en la Champions

  • Vinicius puso las dos asistencias al francés

  • El equipo de Ancelotti dio una pobre imagen en defensa

El Real Madrid ganó con mucho sufrimiento en casa al Shakhtar (2-1). Un histórico Benzema hizo que la fiesta sin alma en el Bernabéu acabara bien. Abrió la lata el galo siendo el gol 1.000 de los blancos en la Champions. A partir de aquí los de Ancelotti desaparecieron sobre el campo y los ucranianos lo aprovecharon. Fernando hizo el empate antes del descanso. Tras él, la tónica no cambió y cuando peor estaban de nuevo tuvo que aparecer Karim para hacer el segundo. En los dos fue crucial Vinicius que aportó las asistencias. El marcador ya no se movería y los blancos se llevaron tres puntos vitales para la clasificación de la Champions.

Un regalo y un Vinicius enchufado sostienen al Madrid

El equipo de Carlo Ancelotti salvó un envite sin brillo, muy lejos la versión que le llevó a golear a los ucranianos hace dos semanas y con la inspiración enterrada. No hubo ni fluidez, ni el caudal ofensivo que se preveía ante un rival para la ocasión. El partido fue más bien feo y el Shakhtar -valiente y atrevido- tuvo sus opciones de haber dado algún susto a última hora.

La tarde se puso muy pronto de cara para el 13 veces campeón de Europa con una doble ocasión de Luka Modric que anunciaba un partido plácido. La candidez de los ucranianos y su apuesta por salir jugando permitió los primeros acercamientos del conjunto merengue. Modric perdonó en el área pequeña y acto seguido se topó con Trubin.

Sin embargo, poco tuvo que esperar el Real Madrid para verse por delante en el marcador. Uno de esos regalos, en botas de Marlon, fue aprovechado por Vinicius, que asistió a Benzema para que marcase a puerta vacía el tanto número 1000 de los madridistas en la Copa de Europa. El gol atemperó el buen inicio de los blancos, o al menos sus ganas por convencer y dominar el tiempo del partido. Ocurrió todo lo contrario.

Los pupilos de De Zerbi se soltaron, se adueñaron del centro del campo y generaron los primeros problemas a la espalda de Carvajal, el más débil de la zaga local. Fernando y Stepanenko volvieron a avisar hasta que -pasada la media hora- llegó el empate con justicia. Una combinación en el corazón del área ante la que nada pudieron hacer ni Alaba, ni Militao.

A un minuto del descanso apareció Courtois y también los primeros pitos en el Bernabéu. La tarde se oscureció y la grada se puso impaciente. Lejos quedaban aquellas goleadas a Celta y Mallorca de hace tan solo un mes. Pero todavía quedaba la segunda parte para buscar una redención o -al menos- el gol que aclarase el futuro europeo de los jugadores de Ancelotti.

Y eso fue lo que salvó la mala tarde, un gol de Benzema en una pared monumental con Vinicius. Otra vez la conexión entre el brasileño y el francés -autores del 80% de los tantos del Real Madrid este curso- para que el galo culminase la mejor jugada del partido. Ese gol compensó el conformismo merengue y casi toda la segunda parte.

Lo siguió intentando el conjunto blanco, sobre todo al contraataque con alguna salida en busca de Luka Jovic, que volvió a tener diez minutos un mes después, pero nada cambió el marcador ni -lo que es peor- las sensaciones del Real Madrid, algo a lo que aspiraban tras el contundente 0-5 de Kiev.

El 2-1 fue suficiente para sumar los tres puntos, pese a terminar encerrado en el área, y para alcanzar las nueve unidades tras cuatro jornadas. Si el Real Madrid gana al Sheriff el 24 de noviembre tendrá matemáticamente asegurada la clasificación para la siguiente ronda.