Neymar venía siendo la guía de su equipo durante las fases finales de su equipo en la Champions. Había sido decisivo en el juego, pero no ha podido aportar con goles
El brasileño ha sido más incisivo que su compañero Mbappé, pero aún así ha estado a años luz de su mejor juego. La doble ocasión que ha tenido ha sido desbaratada por Neuer que ha estado imbatible y que ha sido uno de los mejores jugadores del partido.
Ney la buscaba y metía pases, pero nada salía. La pelota no ha querido entrar y ha acabado frustrado ya no tanto por no sumar tantos, sino por haber pedido el partido y por tanto el título.
Finalizaba el partido, la estrella del PSG se sentaba en el banquillo y no podría contener las lágrimas. Rivales y compañeros iban pasando por él para animarle, pero ni aun así conseguía consolarse. Era la gran oportunidad para cerrar una gran temporada. Desde que se fue del FC Barcelona, donde ganó la primera, no ha tenido tan a tiro conseguirla y tiene la sensación de que se la ha escapado una ocasión única. Había sido el líder que ha comandado al equipo hasta la final y era su broche de oro.
Incluso en la ceremonia de la entrega de medallas y el trofeo, al pasar por su lado no podría evitar tocarla. Es la competición más deseada a nivel de clubes y muy pocos pueden contar que se han hecho con ella y pueden entrar en el selecto club de los campeones.
Neymar quiso salir de la sombra de Messi para liderar un proyecto y ganar este tipo de encuentros, pero de momento no lo ha podido conseguir. Se queda sin título y sin consuelo.