El Chelsea se llevó la Champions con el gol de Havertz en el minuto 42 convirtiéndose en la segunda de su historia. Uno de los grandes protagonistas además del goleador fue N'Golo Kanté. El francés se multiplica como los panes y los peces y se convierte en la auténtica pesadilla para los rivales.
Los más de 12 kilómetros que corrió durante la final le otorgaron el MVP del encuentro. El internacional galo es una máquina de rebañar balones, de generar y sobre todo liderar al equipo. Allá donde no llega nadie, Kanté lo hace.
Las redes sociales y todo el mundo no paró de elogiarlo durante el encuentro y tras él. La distinción que le dio la UEFA es un mero reconocimiento a un gran trabajo que viene demostrando durante toda la temporada y que ha culminado en la final. Ya en la semifinal contra el Madrid demostró que él solo puede dominar el mediocampo y ante el City lo volvió a hacer.