Cristiano Ronaldo comenzó en trance. Extasiado por reivindicarse ante una de sus víctimas favoritas. Saltó convencido de que podría hacerlo. Se creció, dio toques ante los rojiblancos. Y se fue sin siquiera disparar a portería.
Así fue el triste partido del portugués, de los mejores de su equipo, pero en tareas que no le tocan. Comenzó muy participativo. Como si sus 37 años no se notaran en sus piernas. Como si esa cifra no fuera más que una cifra. Confiaba en que la gasolina durase.
Presionó la salida de balón atlética, cayó a banda para reforzar el ataque de la pareja Telles-Sancho y metió miedo a una defensa acostumbrada a verle siempre celebrar goles en su cara.
Se permitió el lujo de tirar cinco toques mientras recorría la banda, varias bicicletas en tres cuartos. Se sabía dueño y señor de estos partidos. No en vano es el futbolista en activo con más Champions. Cinco, cuatro con el Real Madrid y una vestido con la camiseta de los 'Diablos Rojos' hace ya catorce años.
Y si Cristiano decidió venir el pasado verano a Mánchester, volver a la que fue su casa, fue para conseguir una sexta 'Orejona' con la que igualar el legendario registro de Paco Gento. Quizás se equivocó de barrio de Mánchester, porque lo que es en la parte roja de la ciudad, está demasiado solo.
La participación del portugués no contó. Si él caía a la banda a ayudar, no podía estar en el área para rematar. Y si su más poderosa arma, el United es insípido, inactivo, manso. Un equipo que juega para Cristiano, con Cristiano a 20 metros de la portería.
Misión imposible para los de Ralf Rangnick, misión imposible para Cristiano, que pasó de la soberbia de los toques a quedar eliminado, una temporada más, antes de tiempo. El portugués se marchó el primero del césped de Old Trafford, despedido por los 'Siuu' irónicos de la afición atlética. Hundido porque volvió a caer.
Desde que se fuera del Real Madrid, el luso no ha vuelto a unas semifinales de 'Champions League'. Y la próxima vez que quiera hacerlo tendrá ya 38 años. El sueño de alcanzar a Gento se aleja. Casi tanto como se alejó Cristiano esta noche del área. Casi tanto como se aleja cada día el Manchester United del equipo que un día llegó a ser.