Ya lo dijo Joan Laporta en su celebración de las elecciones que iban a ir a París a remontar. Las ganas y las intenciones las tuvieron, el problema fue que no lo materializó. El Barça salió a ganar y dejó una muy buena imagen sobre el terreno de juego. El problema fue la falta de puntería y la noche estelar de Keylor Navas.
Con lo que hicieron ante el Sevilla las esperanzas aumentaros, pero un 4-1 no era un 2-0 como dijo Koeman en sala de prensa. El Barça fue otro, hacía tiempo que no mostraba esta versión de quipo unido y con ambición.
Laporta ha llegado para revolucionarlo todo y su espíritu ganador ya empieza a calar en el equipo. Quiere que el club vuelve al sitio que le corresponde tras unos meses de polémicas en polémicas. Con partidos como el del Sevilla y ante el PSG la afición empieza a creer que un equipo mejor puede llegar.
Desde Can Barça no repiten otra cosa que orgullo. Nada más terminar el partido Piqué tuiteaba y alababa a la actuación de sus compañeros. "Pedazo de partido. Mérito enorme después del resultado del partido de ida. Orgulloso de mis. Queda mucha temporada y competiremos hasta el final. Cabeza alta y a seguir! Vamos", comentaba el central.
El técnico holandés también lo recalcaba tras terminar el encuentro. “Todo el mundo puede estar orgulloso, incluido nuestro presidente. Hemos dado la cara y del primero al último segundo hemos visto un equipo que quería remontar este partido”.
El Barça fue mejor, pero su terrorífico partido de ida en el Camp Nou les condenó y en el Parque de los Príncipes no han podido culminar la remontada que sí llevaron a cabo en el 2017 con ese 6-1. “Nosotros hemos creado más aquí que ellos allí, creo que merecimos más. El equipo ha hecho un gran desgaste, hay que tener un poco más de suerte. Merecimos ganar el partido, por actitud y por muchas cosas”, decía el entrenador.
Esta vez se quedan en octavos, pero sin duda este partido les servirá para afrontar lo que resta de temporada. Un mal día los condenó, pero la imagen del Barça en París deja muy buenas sensaciones y el presidente empieza a reconocer a su equipo que le dio tantas alegrías en su primera etapa de mandato.