La alegría estalló en el vestuario del Real Madrid cuando terminó el tenso encuentro frente al Chelsea. Una remontada épica en una gran noche de Champions en el Bernabéu acarreó todo tipo de festejos, desde Modric llamando a su ‘hijo’ Rodrygo hasta los ‘pasos prohibidos’ de David Alaba en el vestuario.
Cada jugador tiene una forma especial de celebrar los triunfos y David Alaba no iba ser menos. Recién llegado esta temporada procedente del Bayern de Múnich, el austríaco parece estar en perfecta sintonía con sus compañeros y así lo ha demostrado bailando para ellos.
Cuando los jugadores agradecieron al Bernabéu su apoyo y se saludaron entre todos sobre el césped, la celebración continuó en el vestuario. Allí, bajo el ritmo de la música, Alaba comenzó a bailar frente a su taquilla mientras sus compañeros aplaudían y se reían. En el vídeo subido a las redes sociales por el propio Real Madrid, se pueden ver las sonrisas de jugadores como Benzemá o Luka Modric y se escuchan los gritos de “¡vamos, vamos!”.
“Sacando los pasos prohibidos” tituló el Madrid a la publicación. En el vídeo se quitaba la camiseta y añadía un “¡Eso es, Pedro!” o “¡Eh, vamos!”, entre risas con todo el equipo y el staff allí presente.
Las celebraciones felices no son para menos. Con una nueva dosis de sufrimiento, tras tirar por tierra su ventaja de dos tantos de Londres en una noche aciaga y a la heroica cuando de nuevo lo vio todo perdido, el Real Madrid firmó su clasificación para las semifinales de 'Champions' en la prórroga, con un tanto, como no, de Karim Benzema.
Diez semifinales en las doce últimas ediciones de la Liga de Campeones son la demostración de un gen que aparece en esos momentos claves que deciden duelos de grandeza. Una capacidad de levantarse única cuando todo parece perdido. Nadie le podrá discutir el mérito al Real Madrid de su camino, como tampoco el sufrimiento extremo. De una noche mágica para bajar a la tierra al PSG, a una repleta de incertidumbre de un equipo que jugó sin defensa y eliminó al vigente campeón.
No fue el mejor partido de Alaba como madridista, que se precipitó en dos de los tres goles que hizo el Chelsea de Tuchel, el de Mason Mount y el de Werner. Sin embargo, el central jugó los 120 minutos que duró el encuentro, prórroga incluida que sin él no habría llegado, ya que robó el balón que acabaría con la jugada exquisita de Modric asistiendo y Rodrygo marcando.