Cuando los mejores jugadores del mundo llegan a la élite lo hacen, normalmente, con cara de niños y con restos de acné juvenil delatando su edad. Aparentan ser jóvenes aún inmaduros o, incluso, indefensos que tienen poco que ver con los hombres en los que se convierten años después, tras pasar varias temporadas en lo más alto. Son transformaciones que, en algunos casos, parecen casi imposible, por lo que hemos recopilado algunos de los cambios físicos de futbolistas más impactantes para ver el antes y el después.
Uno de los casos más impactantes es el de Cristiano Ronaldo. El jugador portugués debutó en la primera división portuguesa con solo 17 años en las filas del Sporting de Lisboa y solo un año después ponía rumbo a Mánchester. El cambio de aquel joven jugador al futbolista que es hoy en día es impresionante: más de quince años entrenando en la élite del fútbol y un sacrificio constante han permitido a CR7 lucir un físico al alcance de muy pocos.
Si el cambio de Ronaldo es asombroso, el de su excompañero en el Real Madrid Sergio Ramos no lo es menos. El lateral de Camas debutó en el Sevilla con solo 17 años de la mano de Joaquín Caparrós y menos de dos años después ya había firmado por el Real Madrid. Entre aquel joven tímido que llegó al Bernabéu y el capitán en el que se ha convertido hoy hay un enorme cambio físico como muestran las imágenes de ambos momentos que se pueden encontrar en las redes sociales.
Otro que ha dado un gran cambio desde su precoz salto a la fama y su éxito actual es Leo Messi. Llegó a la primera plantilla del Barcelona con 17 años recién cumplidos y una cara de niño que le acompañó durante años. Hoy es el gran capitán azulgrana y, además de su característica barba, también ha desarrollado un físico que le confiere un cuerpo muy diferente a aquel con el que llegó a la élite.
Compañero de Messi en el Barça es Gerard Piqué, un futbolista que tuvo que hacerse un nombre en el Zaragoza primero y en el Manchester United después antes de regresar al Barça para triunfar. De las fotos de los inicios en su carrera a las de hoy en día hay un cambio físico imponente que muestran la evolución del jugador catalán a lo largo de su vida futbolística.
Uno de los jugadores que ha utilizado el confinamiento por el coronavirus para cambiar su físico de manera muy evidente ha sido Leon Goretzka. El futbolista del Bayern Múnich ha aprovechado estos meses para trabajar desde su propia casa y los aficionados han alucinado con su regreso a los terrenos de juego: está mucho más musculado y se ha convertido en un auténtico armario ropero en el centro del campo del conjunto bávaro.
Tim Wiese jugó en la Bundesliga durante más de una década defendiendo la portería de varios equipos como el Kaiserslautern, el Werder Bremen o el Hoffenheim. Durante esos años su físico fue cambiando y cuando terminó su carrera como futbolista era un personaje mucho más musculado. Sin embargo, dos años después de colgar las botas, Wiese sorprendía a sus seguidores fichando por la WWE, la mayor empresa del mundo de lucha libre, y luciendo un físico impresionante que nada tiene que envidiar a otros luchadores.
Arjen Robben es otro jugador que poco tiene que ver con el que comenzó su carrera futbolística. Sin embargo, su caso es más producto de la alopecia que de una musculatura excesiva. Jugó en el Groningen, el PSV y el Chelsea antes de llegar al Real Madrid y terminar su carrera en el Bayern. Una gran evolución como jugador… que no pasó desapercibida por su físico.
Terminamos esta lista con José Mari, un futbolista que jugó en el Sevilla, Atlético de Madrid, Milan, Villarreal o Betis, entre otros. Este sevillano se retiró en 2013, pero hoy hemos descubierto que poco o nada tiene que ver su físico con el del jugador que conocimos sobre el terreno de juego. Su amor por el gimnasio le ha permitido desarrollar una gran musculatura que luce feliz en sus redes sociales.
Los aficionados se acostumbran a los cambios físicos de los futbolistas con el paso de los años, pero hay algunas transformaciones que, pese a todo, sorprenden. Cristiano, Ramos o Wiese son algunos de los casos más evidentes, pero son muchos los futbolistas que cambian a o largo de su carrera. Una forma de adaptarse a los tiempos y a un deporte cada vez más exigente en el plano físico.