Keanon Lowe, entrenador de fútbol americano y atletismo del High School de Parkrorse en Portland se convirtió en héroe de un posible suceso terrible. Impidió que uno de los alumnos de la escuela se suicidara. El alumno se llamaba Ángel Granados-Díaz, de 18 años. Las cámaras de seguridad le grabaron paseándose por la escuela armado amenazando con suicidare.
El entrenador logró entrar en la clase donde estaba el alumno y convencerlo para que le entregara la escopeta. Cuando salieron de la clase, Keanon abrazó al estudiante durante unos minutos con intención de calmarlo hasta que llegara la policía. Granados intentó liberarse en muchos intentos pero no lo consiguió.
Tras lo ocurrido, el entrenador dijo a los medios, “Solo quería hacerle saber que estaba allí para ayudarlo. Le dije que estaba allí para salvarlo. En ese momento sentí compasión por él. Muchas veces, no te das cuenta de lo que has hecho hasta que ha pasado".
Finalmente, el joven pese a declarar que solo quería suicidarse, fue condenado a tres años de libertad condicional por posesión ilícita de un arma de fuego en un edificio público y por posesión ilícita de un arma de fuego cargada en público.