La crisis sanitaria que estamos viviendo debido a la pandemia del coronavirus va a tener consecuencias con las que el mundo va a cambiar. La sociedad en general especialmente y, el mundo del deporte en concreto, al ser espectáculos multitudinarios van a ser diferentes cuando todo esto pase. Aunque todavía no sabemos el cómo.
No es la primera vez que ocurre un hecho puntual que obligue a cambiar directrices en lo referente a eventos deportivos. Algunas crisis o catástrofes han hecho que se tomen medidas a lo largo de la historia que han cambiado nuestra forma de actuar de forma considerable.
Basta echar la vista atrás para rememorar la tragedia de Heysel en la final de Copa de Europa de 1985 disputada entre Juventus y Liverpool. 32 personas murieron causa de una avalancha de aficionados en los prolegómenos de la final de la Copa de Europa.
El acto tuvo duras consecuencias para ambos clubes, con restricciones de varios años sin poder disputar competiciones europeas pero, lo que es más importante, con cambios para el fútbol en general para tratar de garantizar la seguridad.
La más importante es que se eliminaron todas las zonas sin asientos. Antes, el fútbol, estaba repleto de espectadores porque se permitía el acceso para vivir los encuentros de pie. Pero, desde ese día, solo se podía disfrutar mediante una localidad con asiento.
También se hicieron otros cambios, como la eliminación de vallas protectoras, establecieron criterios para evaluar el nivel de seguridad de cada recinto y también se comenzaron a evaluar los riesgos de los partidos, incrementando el número de autoridades policiales o seguridad si el choque lo requiere.
Además, se prohibió la introducción de objetos contundentes al estadio, como mástiles para las banderas, ya que podían ser arrojadizos. Por eso, cuando entramos a un partido de fútbol, también nos quitan el tapón de las botellas. Desde ese día también se impide venta de bebidas alcohólicas en el interior de los estadios, ya que la ingesta de bebida puede incitar a comportamientos violentos entre aficiones.
Habían ocurrido muchas tragedias a nivel futbolístico similares –como la de Karaiskakis- pero desde entonces, entrar a un estadio de fútbol cambió para siempre.
El 11-S también supuso muchos cambios a nivel global. Puede ser un caso semejante al que vivimos actualmente con el coronavirus. En aquel 2001, muchas competiciones deportivas, especialmente las americanas, se detuvieron.
La MLB de béisbol, la NHL de hockey y la NBA de baloncesto detuvieron sus competiciones; se canceló la Ryder Cup de golf o la MLS, la liga americana de fútbol, detuvo el campeonato sin que las dos últimas jornadas se disputaran, algo en lo que todos los clubes implicados estuvieron de acuerdo.
Ejemplos de que tragedias a nivel local o mundial pueden hacer cambiar el transcurso de la historia para siempre. De que todo cambie o se modifique tal y como lo conocemos. Muchas veces, eso suele traer cambios positivos o necesarios que, por unas razones u otras, no se terminan dando. Veremos, cuando hayamos superado la pandemia del coronavirus, cómo quedan las circunstancias a nivel deportivo.