De nuevo el caso Lia Thomas se repite, pero esta vez en el ciclismo. La protagonista es la ciclista transgénero Emily Bridges. En un principio le habían concedido la oportunidad de que compitiera en categorías femeninas y se iba a estrenar en el en el Campeonato Británico ómnium, pero la UCI se ha retractado y asegura que no podrá hacerlo porque sigue teniendo una licencia masculina y que no podrá cambiar de categoría hasta que caduque.
Bridges, de 21 años, que ganó la carrera de puntuación masculina en los Campeonatos de Universidades Británicas en Glasgow el mes pasado, comenzó una terapia hormonal el año pasado para reducir sus niveles de testosterona y ahora quería competir en las masculinas.
Las regulaciones de la Federación Británica de Ciclismo (British Cycling), que se actualizaron en enero de este año, requieren que los ciclistas hayan tenido niveles de testosterona por debajo de cinco nanomoles por litro durante un período de 12 meses antes de la competición.
Bridges estableció previamente un récord nacional juvenil masculino en 25 millas y fue seleccionada para unirse a la academia senior de British Cycling en 2019.
British Cycling aseguró que la actualización de su política sobre atletas transgénero se emitió después de una "amplia consulta". "Creemos que la política actualizada refleja la evidencia actual. Sin embargo, reconocemos que se requiere más investigación en esta área", explicó un portavoz de la federación.
"Por esta razón, nos hemos comprometido a revisar nuestra política anualmente, o con mayor frecuencia según lo dicten las circunstancias cambiantes, y animamos a las personas a compartir sus pensamientos o comentarios con nosotros", concluyó.
Esto fue un motivo de alegría para la propia deportista, pero la UCI ha frenado el caso asegurando que hasta que no le caduque su licencia masculina no podrá cambiarse de categoría. Tras cumplir este paso tendrá que empezar los trámites para cambiarse a la femenina.
En un primer momento se le permitió competir porque Emily cumplía con los parámetros biológicos que se exige en la competición. Debía de tener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro de sangre para competir con mujeres y así era, pero la Unión Ciclista Internacional echa el freno a este cambio por una licencia que todavía no ha expirado