Cuerpo endomorfo: características e influencia en la práctica deportiva
¿Qué es un cuerpo endomorfo y qué características presenta?
El mejor entrenamiento orientado a este tipo de cuerpo
Todos hemos escuchado alguna vez que cada cuerpo es un mundo y no le falta razón. Puede que veas a otra persona machacarse como tú en el gimnasio y que tengas resultados y tú haciendo lo mismo no lo consigue. No te frustres, hay diferentes tipos de cuerpo que tienen unas características determinadas que te impedirán conseguir tus objetivos como al resto.
Uno de estos tipos es el endomorfo, pero ¿qué es un cuerpo endomorfo? El organismo presentará forma de pera, más ancho por la parte inferior que la superior. Presentará dificultades para desarrollar el músculo y facilidad para generar grasa. Esto simplemente te llevará más tiempo y esfuerzo, pero se puede conseguir una vida saludable teniendo un cuerpo endomorfo.
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Las características físicas de un cuerpo endomorfo
- Su estructura ósea será robusta al igual que el cuerpo
- Presentará pocos músculos a simple vista
- La cintura será ancha
- Una de las características que tiene es que las extremidades serán más cortas
- En las mujeres será más evidente esa forma de pera de la que hemos hablado debido a que las caderas estarán más acentuadas.
- La cabeza y la cara presentará una forma redondeada.
- Las articulaciones serán más anchas
- El metabolismo se caracteriza por ser lento haciendo que los carbohidratos sean más difíciles de absorber. Estos no serán tolerados por el cuerpo y se acumularán en el tejido graso de ahí a que si te pasa con los azúcares tengas más facilidad de engordar por lo que tendrás que controlar más la dieta.
Los mejores ejercicios para los cuerpos endomorfos
Si sabes que tienes este tipo de cuerpo lo que nunca debes hacer es escudarte en la genética y abandonarte. Lo importante y el principal objetivo de tu práctica deportiva debe ser perseguir una vida saludable.
Por lo que no debes tirar la toalla y conseguir que el deporte te lleve a esto. Con lo primero que tienes que empezar es con ejercicios de cardio. Lo mejor para el principio es que sean de bajo impacto del tipo natación, ciclismo, senderismo, elíptica, etc. para evitar que las articulaciones sufren y se vayan acostumbrando poco a poco. El cardio es algo que no debes de dejar nunca ya que será la mejor manera para ti de quemar las grasas, pero si quieres ir más allá y una vez que tengas cierto nivel y ya cuente con un bagaje físico podrás ir introduciendo otras modalidades.
El CrossFit puede ser una de estas disciplinas. Con él podrás orientar tus entrenamientos a uno de fuerza e ir ganando ese músculo que te cuesta trabajo. Press de banca, sentadillas o peso muerto son algunos de los ejercicios en donde podrás combinar fuerza y potencia. Lo ideal es que vayas descansando entre cada uno de ellos y vayas manteniendo la actividad metabólica alta.
Si te decides por un entrenamiento de fuerza deberás saber que no es recomendable que cojas pesas de un gran número de kilos y hagas pocas repeticiones.
En cuanto al número de repeticiones, intenta hacer entre 8 y 12 para ejercicios de la parte superior del cuerpo y entre 12 y 20 para el tren inferior. Deberás hacer al menos de 3 a 5 series.
Una vez que ya consideres que estás en tu peso y hayas obtenido los avances que pretendías puedes centrarte en tonificar los músculos que desees.
El deporte será importante, pero como hemos dicho antes no debes descuidar la dieta. Evita los carbohidratos y tiende más a las proteínas y grasas saludables. No recurras a los ayunos prolongados ni al exceso de comidas diarias. Lo ideal es que hagas de 2 a 3 comidas con pocos azúcares.