Se cumple un año del fatal accidente de José Antonio Reyes en la autovía A-376 dirección Utrera (Sevilla). El futbolista regresaba a su casa desde Extremadura, acompañado de dos de sus primos, al volante de un vehículo Mercedes-Benz S550 Brabus cuando sobre las 11:40 horas perdió el control de su coche en un mortal accidente.
El informe oficial del accidente concluye que el accidente se produce por dos motivos: “El reventón del neumático trasero, que provocó que el conductor perdiera el control del turismo y la excesiva velocidad de circulación del vehículo superior a los 187 kilómetros, al menos 67 por encima del límite permitido”.
Pero ¿qué pasó realmente en estos trágicos segundos antes de que el coche ardiese? Myriam Moya, perito judicial y responsable del departamento Forensics de Trimble en Europa, expone que la barrera de contención de la autovía fue clave para las gravísimas consecuencias del accidente, y no solo el exceso de velocidad.
“Tenemos una barrera de seguridad que no realiza su función que es evitar que los vehículos que se salen de la calzada alcancen un obstáculo o un desnivel” afirma Moya.
El vehículo, un Mercedes Benz modelo S 550, sufrió según los informes una salida parcial de la vía por el margen izquierdo y un contacto con una barrera metálica de protección y, tras una maniobra evasiva, volvió a salir de la vía por la margen derecha.
Tras chocar contra una cuneta vierteaguas, una valla metálica de protección de la autovía y una valla de cerramiento de una finca particular, experimentó varios vuelcos por un camino terrizo hasta su posición, donde finalmente se produjo la ignición y el incendio del vehículo.
La perito Moya explica que “Reyes salió 29 metros antes de que empezara la barrera obligatoria de protección, un segundo a esa velocidad es clave. Llama la atención que si una barrera está para evitar un desnivel su coche terminará allí”.
En su investigación privada Moya deja claro que “no tengo los pliegos de la obra, pero es una autovía reciente y entiendo que se habrán estudiado por qué no hay una barrera ahí”.
Un año después, 365 días después del accidente mortal de José Antonio Reyes, la barrera de protección por la que su coche perdió el control sigue con las mismas características.
Según ha informado la Fiscalía Superior de Andalucía, el archivo se solicita ante la imposibilidad de continuar con el ejercicio de la acción penal "al fallecer el responsable penal del siniestro", en alusión al futbolista como conductor del vehículo.
El Ministerio Fiscal, con las diligencias de investigación practicadas, aprecia respecto al conductor del turismo una "infracción de las mínimas y elementales precauciones e infracción grave de las normas de circulación, infringiendo gravemente los deberes normativos de cuidado de la Ley de Tráfico que afectan a las condiciones esenciales de seguridad vial".
La Fiscalía aprecia así indicios de un delito de homicidio con imprudencia grave y un delito de lesiones por imprudencia grave, pues además de morir el futbolista, murió el viajero del asiento trasero, Jonathan Reyes Reyes, y resultó herido grave el copiloto, Juan Manuel Calderón González.