Un ejemplo de superación. Un niño que se convirtió en adulto por las circunstancias que le marcó la vida. Es la lucha de un campeón del mundo, del MVP en el torneo disputado en China este verano. Ricky Rubio se abre en canal con una emotiva carta publicada en 'The Players Tribune' explicando cómo cambió el fútbol por el baloncesto, lo importante que fue el apoyo de su familia y el amor incondicional a su madre fallecida, un duro golpe que le hizo sumirse en una depresión. Ahora Ricky se ha marcado unos objetivos que quiere cumplir como jugador. Dos están tachados de su lista: crear una Fundación para ayudar a pacientes con cáncer
"En 2015 me mudé a un apartamento en el centro de Minneapolis, cerca donde jugaban los Timberwolves y me aseguré de que tuviera dos habitaciones, para que mi madre y mi padre vinieran a verme. Solían venir a verme jugar o para celebrar unas vacaciones y hacíamos actividades turísticas en Minneapolis y St. Paul. Siempre nos divertíamos, como si estuviéramos de vacaciones".
"A mi padre le encantaba contar historias de mí y explicó cómo había decidido entre el fútbol y el baloncesto. Con 10 años, mi madre me pidió que decidiera y elegí el fútbol. Aunque el deporte favorito de mi padre era el baloncesto porque entrenaba también a un equipo femenino. Después de unas semanas, entendí que el fútbol no era mi deporte y hablé con mi madre. Le expliqué que había cometido un error".
Ricky cuenta cómo, al decidir cambiar el fútbol por el baloncesto, la decisión que iban a tomar no iba a ser fácil, ya que habían pagado ya toda la cuota por el fútbol. No obstante, su padre se ofreció a hacer horas extras en el club deportivo El Masnou para conseguirme una plaza. "Estaba muy orgulloso de hacerlo", explica.
15 años después, el base estaba en Minnesota con sus padres, conduciendo a un destino que nunca hubiera querido: la Clínica Mayo, en Rochester. "Tres años antes, a mi madre le diagnosticaron cáncer de pulmón. Nos mantuvimos positivos porque sabía que ella podía superarlo. Y ella venció al cáncer. Como dijo mi padre: 'Todos lo superamos. Como una familia", cuenta.
Pero esta vez el médico les dijo que el cáncer había regresado y se estaba extendiendo rápidamente. "Apreté la mano de mamá y todos nos abrazamos (...) Escuché a mis padres llorar toda la noche. Apenas podían dormir y yo tampoco", recuerda Ricky. "Una parte de mí se rompió esa noche y mi vida cambió para siempre".
Recibió el apoyo de sus compañeros y sobre todo el de Flip Saunders, su entrenador. "Le conté por lo que estaba pasando mi madre y él me contó lo de su quimioterapia y sobre la Clínica Mayo". Ricky Rubio explica cómo Saunder fue para él una gran ayuda hasta que falleció por culpa del cáncer.
"Llamé a mi padre y le pedí que me dijera la verdad sobre el pronóstico de mamá (...) La temporada 2015-2016 fue un infierno con muchos altibajos. Llamaba a mi padre todos los días y a veces tenía que colgar porque mi madre no se sentía bien", dice.
"Fui a verles en uno de los descansos de la NBA y no me separé de la cama de mi madre todo el rato (...) Después de nuestra último partido volví a casa y semanas después murió", relata. "La primera temporada después de su muerte, me despertaba y pensaba llamarla. No pude borrar su número e incluso le enviaba mensajes de texto. Todavía sigo haciéndolo. Sentí que me estaba volviendo loco, como si estuviera hablando conmigo mismo".
Ricky Rubio cuenta cómo pasó por una depresión y tuvo que recibir ayuda profesional y, con el apoyo también de su familia y amigos, consiguió salir del bache. Entonces recuerda una conversación con su madre en Minneapolis: "Le dije que iba a asegurarme de que, sin importar lo que le sucediera, íbamos a ayudar a mucha gente a pasar por luchas similares".
Así comenzó después la Fundación Ricky Rubio, en honor a su madre. "Quería aprovechar mi plataforma como jugador de la NBA para atraer sonrisas y recaudar dinero para causas sociales".
"Hice una lista de lo que quería lograr como jugador: una de ellas fue utilizar mi influencia para ayudar a las personas que lo necesitan. Otra era ganar un Mundial con la familia de mi equipo nacional". La otra aún la tiene que tachar: "Ganar un campeonato de la NBA".