Desde que se marchara James Harden a los Nets, Houston Rockets se ha convertido en un auténtico esperpento de equipo. Los 'cohetes' son uno de los peores equipos de la NBA en la actualidad y en el partido ante los Cavs de Ricky Rubio volvieron a sufrir una dura derrota. Sin embargo, la anécdota del partido la protagonizó el entrenador, Stephen Silas.
El extraño contratiempo llegó a final del primer cuarto. Stephen Silas, que no había dado síntomas de encontrarse mal, mandó a su asistente coger las riendas del equipo para, segundos después, abandonar la cancha detrás de varios miembros de la seguridad del pabellón de los Cavaliers.
Con la oleada de positivos por covid que está habiendo en la NBA, los aficionados pensaron que habían comunicado a Silas su positivo en pleno partido. Sin embargo, el entrenador de los Rockets volvió como si nada a final del tercer cuarto, con el partido ya decidido. Pese a volver, su técnico asistente siguió ejerciendo de primer entrenador.
Aunque no hay ningún comunicado oficial, ESPN señala que el entrenador fue sacado en pleno partido porque estaba sufriendo un proceso de deshidratación, pese a que en las imágenes se observa como el entrenador norteamericano no tiene ningún mal síntoma aparente. "El equipo médico le ha estado dando fluidos en el vestuario ante un proceso de deshidratación", afirma el medio norteamericano.
Los Cavaliers de Ricky Rubio pasaron el rodillo sobre unos diezmados Rockets, en los que jugó Usman Garuba, a los que derrotaron en la noche del miércoles por 124-89 en un partido en el que el equipo de Cleveland llegó a estar 45 puntos arriba en el tercer cuarto.
Es la quinta victoria consecutiva de los Cavs que ocupan el cuarto puesto de la Conferencia Este con 18 partidos ganados, a uno de los terceros del grupo, los actuales campeones de la NBA, los Milwaukee Bucks.
El máximo anotador del partido fue el base de los Cavs, Darius Garland, con 21 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias, seguido de su compañero Issac Okoro con 20 puntos, 3 rebotes y 1 robo de balón