Stephen Curry se convirtió en el máximo anotador de la NBA desde más allá de la línea de 3 puntos al superar el récord histórico de Ray Allen y lograr su canasta triple 2.974 al inicio del partido entre los Golden State Warriors y los New York Knicks. Cuando se inició el partido, Curry estaba a dos canastas de superar el registro de Allen, que se retiró en 2014 cuando jugaba para los Miami Heat con 2.973 triples en su haber.
En medio de la expectación del Madison Square Garden de Nueva York, Curry estaba ansioso por quitarse de encima la presión de superar a Allen. Su primer tiro contra los Knicks, un minuto después de iniciarse el partido, fue un triple que ejecutó a la perfección. Y el base de los Warriors mostró su satisfacción por igualar el récord de Allen.
En la siguiente posesión, Curry intentó el triple que le pondría por encima de Allen pero la pelota se negó a entrar. Curry no lo volvería a intentar hasta 3 minutos después. Y está vez fue la definitiva.
Tan pronto como la canasta subió al marcador, los Golden State Warriors solicitaron un tiempo muerto para que Curry pudiese ser felicitado por todo el equipo así como por su padre, Dell Curry. Padre e hijo se abrazaron sobre la pista del Madison Square Garden y el base de los Warriors entregó a su padre la pelota con la que había batido el récord de Allen. Una pelota que ahora tiene un valor incalculable.
El nuevo récord aumenta la dimensión de Curry como uno de los grandes jugadores de toda la historia de la NBA, el jugador que cambió la forma en que los equipos plantean los partidos por su capacidad para encestar a larga distancia, a veces incluso desde el logo central de la cancha.
Aunque no fue su mejor noche en cuanto acierto en esa faceta (5/14) del director de juego de los Warriors, sus dos primeros triples le permitieron ya superar a Allen y tres más dejaron, de momento, el récord en 2.977 anotados. Además, según informó la NBA, Curry sólo ha necesitado 789 partidos, 511 menos que el que fuera jugador de los Sonics, Bucks, Celtics y Heat.