Luka Doncic es un madridista de corazón. Concentrado en la serie de la final de la Conferencia Oeste ante los Warriors, el esloveno siempre tiene un hueco si es para seguir a su Real Madrid. Desafotunadamente, 'El Clásico' de la Euroliga coincidía a la misma hora que el entrenamiento de los Mavericks, pero eso no fue ningún obstáculo para que el base pudiera seguir el partido.
El ex del Real Madrid, donde prometió volver tras su paso por la NBA, se llevó un IPad a la cancha de entrenamiento para seguir en directo el partido, que dio acceso a los de Pablo Laso a la final de la Euroliga. El esloveno vibró con la remontada de sus excompañeros y enloqueció con la victoria final: "Vamoos, hostiaaas. Cojoneees. Hala Madrid y nada más".
"Estoy bien, parezco un tipo duro", contestó Doncic con una sonrisa al ser preguntado en rueda de prensa sobre cómo se encontraba tras el golpe involuntario recibido por Wiggins.
El jugador esloveno sufrió la intensa defensa de los Warriors y acabó el partido con 20 puntos, anotando solo dos de ellos en la segunda mitad del partido perdido por 112-87 por 'sus' Mavericks contra los Warriors.
Tras los triunfos cosechados en las ediciones de 2015 y 2018, Pablo Laso podría ganar este sábado en Belgrado la que sería su tercera Euroliga desde su llegada al banquillo del Real Madrid en la séptima ocasión en la que ha logrado clasificarlo para una fase final en sus once años en el club.
El equipo blanco se impuso este jueves en El Clásico al Barça por 83-86 y logró el billete para la final, en la que se verá las caras con el Anadolu Efes, que en la primera semifinal eliminó al Olympiacos griego en el Stark Arena de la capital serbia, el mismo escenario donde Laso ganó su segunda Euroliga hace cuatro años, la décima y hasta el momento última en la historia de la entidad.