Michael Jordan es considerado uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos y cuando anunció su retirada como profesional comenzó a involucrarse en los negocios ligados a la NBA. En 2010 adquirió a los por aquel entonces denominados Charlotte Bobcats, franquicia que participó de la liga estadounidense hasta 2013, cuando volvió a llamarse Hornets.
Tras varios fracasos deportivos en los que el equipo de Charlotte tan solo se clasificó tres veces a los Playoffs, cayendo en primera ronda y encadenan siete temporadas consecutivas sin disputar las eliminatorias (matemáticamente ya están este año fuera porque son penúltimos de la Conferencia Este con un balance de 22-49).
Jordan se encuentra en negociaciones para dejar de ser el máximo accionista de los Charlotte Hornets, aseguró este jueves la cadena ESPN. En 2019, Jordan vendió una parte de los Hornets a Plotkin, fundador de Melvin Capital, y a Daniel Sundheim de DI Capital, pero aún controla la gran mayoría del capital del equipo.
La franquicia de Charlotte tenía en la temporada 2021/22 un patrimonio neto de 1.700 millones de dólares, según la revista Forbes, siendo el 27° equipo más valioso de los 30 que componen la NBA. Es decir, que el monarca con los Bulls hizo negocios, ya que compró el equipo de expansión de Bob Johnson por 275 millones de dólares en 2010.
"No hay un acuerdo inminente pero hay un impulso significativo en una venta que eventualmente instalaría a Plotkin y Schnall como cogobernadores de los Hornets", explicó Wojnarowski, uno de los periodistas con mejores fuentes y contactos dentro de la NBA. Jordan no renunciaría totalmente a los Hornets ya que permanecería en el equipo de Charlotte como accionista minoritario.
Actualmente, los Hornets figuran en el penúltimo puesto de la Conferencia Este de la NBA con récord de 23 victorias y 50 derrotas y es uno de los cinco peores equipos de la competencia.