El fútbol es el deporte rey. No sólo por la belleza del juego, sino por los valores que enseña dentro y fuera del campo. Y si encima es con amigos, todo mejora.
En el estadio durante un partido de fútbol, se pudo ver a dos personas sentadas una frente a la otra. Entre ellos, un campo de fútbol de cartón en miniatura. El que estaba de espaldas al terreno de juego es ciego y el campo de mentira es su única manera de ver el partido.
El amigo que está viendo el encuentro, sujeta las manos del invidente sobre la cartulina a medida que se disputa el balón. Aunque no se pueda ver, se puede sentir, y aprendemos que se sufre lo mismo.