Durante la final de la Liga de Jordania de Fútbol Femenino que enfrentaba al Shabab Al Ordan (de rojo) y el Amman Club, ocurrió uno de los gestos de respeto de los que hay que aprender y promulgar en el mundo del fútbol y del deporte.
Una de las jugadoras del Amman Club jugaba con un hiyab puesto, como indica la norma musulmana. En un encontronazo con una de las jugadoras del Shabab Al Ordan, su velo se desprendió, por lo que la jugadora musulmana dejó de jugar para intentar ajustárselo.
La futbolista se intentó tapar lo máximo posible, cubriéndose de las cámaras y de la gente. Las jugadoras rivales al ver esto, se acercaron a ella y la cubrieron con sus cuerpos para que se lo pueda volver a colocar.