Victoria, refugiada en el búnker de un gimnasio: "En cuanto oímos un ruido pensamos que ya vamos a morir"
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Victoria comparte búnker con unas cien personas, entre ellos bebés de incluso dos semanas de vida
Su novio ha abandonado el refugio para unirse como voluntario a los militares
Victoria Koval es ucraniana y lleva una semana refugiada en el búnker de un gimnasio. Junto a ella, bebés que también llevan bajo tierra desde el inicio de la invasión rusa. 'Cuatro al día' ha contactado con ella en directo para escuchar su testimonio.
Tras emitirse un vídeo en el que podíamos ver a civiles ucranianos desarmados e izando banderas frente a los tanques rusos, Victoria ha valorado la valentía de sus compatriotas: "Los ucranianos no somos como los rusos, a los ucranianos no nos da miedo nada".
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"Espero que termine muy pronto, vivir todo esto es muy difícil, no se puede explicar. Se está destruyendo todo y nadie sabe cuándo va a acabar", continuaba.
Joaquín Prat le ha preguntado por la situación del día a día en el búnker en el que se resguarda: "Llevo siete días, ya parece que es mi casa. Se oye todo mucho: cómo bombardean, las bombas, los misiles... Aquí hay mucha gente, a lo mejor unas cien personas. En la habitación en la que estoy yo hay una niña que tiene dos semanas, un niño que tiene un añito... Y más niños. Intentamos dormir todos un poco pero es muy difícil, cuando oímos un ruido pensamos que ya vamos a morir".
Su novio ha dejado el refugio para unirse a los militares
"Estos días estaba conmigo, pero justo hoy ha dicho que ya no podía aguantar más y se ha ido como voluntario a ayudar a los militares. Nos queremos mucho y esperamos que termine muy pronto y vernos dentro de unos días", contaba sobre su pareja.
Por último, el presentador le ha cedido la palabra para que pudiera enviar un mensaje para el mundo: "Quiero que la gente no tenga miedo, muchos rusos tienen miedo de decir la verdad y que los maten a ellos. Cuando destruyen nuestras vidas están destruyendo también las suyas. Ellos también tienen hijos, niños pequeños y nadie sabe lo que pasará dentro de uno o dos días. Putin está loco, está bombardeando todo. Toda mi familia está en Ucrania, espero poder dar un abrazo muy pronto a mi madre, a mis hermanos, mis sobrinos... Y que todo sea como antes. La vida de mucha gente ya está destruida, lo que importa es que estemos vivos, lo demás no importa tanto".