El gobierno del presidente Donald Trump declaró esta semana que planeaba prohibir la venta de cigarrillos electrónicos de sabores tras la aparición de cientos de casos de enfermedades pulmonares y de seis muertes ligadas a su consumo.
"El gobierno de Trump está dejando claro que tenemos la intención de limpiar el mercado de cigarrillos electrónicos con sabores para revertir la epidemia profundamente preocupante del uso de cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes que está afectando a niños, familias, escuelas y comunidades", dijo en un comunicado Alex Azar, secretario de Salud y Servicios Humanos. "No nos quedaremos sin hacer nada, ya que estos productos se convierten en una vía de acceso a la adicción a la nicotina para toda una generación de jóvenes".
Según el plan, que entraría en vigencia 30 días después de su publicación, los productos de cigarrillos electrónicos con sabor no estarán disponibles para la venta hasta que reciban la aprobación específica de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés). La nueva política no afectará a cigarrillos electrónicos con sabor a tabaco y sus fabricantes tendrán hasta el mes de mayo de 2020 para pedir su aprobación.
Pero algo ha cambiado. El boom de la industria del vapeo no cesa, pero lo que era un intento de paliar el vicio de fumar con menos consecuencias empieza a provocar pánico. ¿Realidad, negocios enfrentados? La prensa americana ya habla de muchos jóvenes que ha vuelto al cigarrillo normal para desengancharse del vapeo, lo cual no deja de ser preocupante. Como si el cigarro fuera sano.
Inhalar vapor probablemente tampoco es seguro, visto lo visto, aunque nadie dijo nunca que lo fuera. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están investigando más de 450 casos de enfermedad pulmonar en 33 estados de EEUU, en su mayoría entre jóvenes, posiblemente relacionados con el vapeo de nicotina y marihuana. Seis personas han muerto. California está investigando al menos 60 casos. Y el miedo aumenta. La alerta también ha llegado a México.
Michigan se convirtió en el primer estado en prohibir la venta de cigarrillos electrónicos saborizados, en un intento por terminar con el vapeo de los adolescentes. En junio, la Junta de Supervisores de San Francisco prohibió la venta de todos los cigarrillos electrónicos a partir de 2020. Muchos jóvenes los llevaban a clase como si fuera un USB. Según el informe publicado por P&S Market Research, se prevé que el mercado mundial de cigarrillos electrónicos alcance un valor de 48.000 millones de dólares para 2023.
El crecimiento en el mercado estará liderado por factores como la creciente demanda de vapeo sin humo y sin cenizas y el aumento en el número de tiendas de vapeo. Parece no obstante, que el humo de la polémica y el miedo pueden acabar con el negocio.