La inestabilidad del terreno ha obligado a los servicios de rescate a suspender las tareas de excavación y búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos este pasado jueves en el desprendimiento ocurrido en Zaldibar (Vizcaya), según ha informado el Departamento vasco de Seguridad.
En el operativo de rescate, que había comenzado a las 9.00 horas, han tomado parte la sección de montaña de la Ertzaintza, la unidad canina, drones de la Policía vasca, efectivos del cuerpo de bomberos de la Diputación de Vizcaya y geólogos. Las labores de rescate se han prolongado hasta pasadas las 13.00 horas cuando los geólogos han alertado la inestabilidad del terreno y han aconsejado seguridad suspender la actividad. De este modo, las tareas de rescate no se reanudarán hasta este domingo, cuando a primera hora está previsto que los geólogos analicen el terreno y tomen una decisión.
Excavadoras bajo la atenta mirada de los geólogos. Durante la mañana se ha trabajado en un terreno inestable, donde -en cualquier momento- puede producirse un derrumbe, hasta la suspensión del operativo. El objetivo es claro para el domingo: localizar a Joaquín y a Alberto, los dos trabajadores desaparecidos, con los perros de la policía rastreando las montañas de escombros.
Como ya vimos este viernes, todos los trabajadores van bien protegidos con buzos blancos desechables, mascarillas y todo lo necesario tras detectarse amianto en el vertedero. Por eso también, entre los servicios de emergencia, hay trabajadores especializados en este material tóxico -como el que sostiene un medidor de particulas en el aire-. Entre los vecinos del barrio que está al lado, y que tuvieron que ser evacuados, preocupación y enfado.
"Tenemos luz, agua poca. No sabemos lo que va a venir de ahí, porque nosotros el depósito lo tenemos arriba. No sabemos qué va a pasar con la contaminación", señala un vecino. "Es una chapuza, ahora nadie sabrá nada. Lo de siempre, vamos", comenta otro lugareño.
El derrumbe se produjo el jueves y la lengua de tierra y piedras -medio millón de metros cúbicos de residuos- sepultó también una autopista, la AP-8 que une Bilbao y San Sebastián. Cerca de 60 personas trabajaron durante horas en la 'zona cero' sin saber que había amianto -es decir-, sin estar protegidas contra ese material cancerígeno.
Por eso, todos los trabajadores en las labores de búsqueda tendrán que pasar controles médicos periódicos."Tendrán una vigilancia de la salud específica para garantizar que de alguna manera no se han visto afectados", señala Alberto Alonso, del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales.
¿Y por qué había amianto aquí? Pues porque el vertedero tiene permiso para gestionar materiales de construcción que contienen ese material tóxico, pero siempre bajo supervisión del gobierno vasco. Tiene que presentarle informes de control y ellos, son quienes daban el visto bueno. En la última inspección oficial sí que se detectaron irregularidades pero el ejecutivo vasco asegura que no eran importantes.