'No es abuso, es violación' fue el lema con el que en 2018 las feministas tomaron las calles de toda España para echar un pulso a la justicia 'patriarcal' tras la polémica sentencia contra 'La Manada'. Esas masivas movilizaciones de protesta, con el color morado por bandera, se han trasladado a la Justicia durante el año 2019, cuando el Tribunal Supremo ha asumido el 'No es no' clamado por una multitud, al poner el foco en el consentimiento de la víctima a la hora de juzgar los delitos sexuales.
El pasado 22 de junio el alto tribunal dictó la sentencia definitiva sobre el mediático caso de 'La Manada' confirmando que lo sucedido durante los Sanfermines de 2016 fue una violación grupal, lo que elevó la condena a 15 años de prisión para cada acusado. En una entrevista con Europa Press, la portavoz de la Asociación de Mujeres Juezas, Lucía Avilés, ha destacado que la resolución del TS sobre la Manada de Pamplona supuso "el impulso definitivo" hacia la perspectiva de género e igualdad en el ámbito de la justicia.
Instancias judiciales anteriores al TS habían absuelto a La Manada del delito de agresión al no apreciar ni violencia ni intimidación en los hechos, condenándoles por un delito de abuso. Este pronunciamiento inicial de la justicia provocó el malestar que llevó las famosas proclamas de 'No es no', 'Yo sí te creo' y 'Tranquila hermana, aquí está tu Manada' a las calles el mismo día que se publicó la primera sentencia sobre el caso, dictada por la Audiencia de Navarra.
Para la portavoz de Mujeres Juezas, el alto tribunal "ha hecho de legislador" en lo que se refiere al castigo de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual. La reforma de los delitos sexuales en el Código Penal para que la tipificación gire en torno al consentimiento, se quedó varada tras la convocatoria anticipada de elecciones, si bien se incluye en el acuerdo de Gobierno para una coalición progresista.
"Hay que acabar con la distinción entre el abuso sexual y la violación y recoger el consentimiento como epicentro de las violencias sexuales, es decir, que solo 'sí sea sí' y que solo pueda entenderse como relación sexual consentida aquella en la medie un consentimiento libre, prestado con capacidad y con responsabilidad", ha subrayado. El Código Penal actual establece que si los hechos suceden cuando la víctima está bajo los efectos de sustancias que anulen su voluntad, son abusos sexuales, precisamente por la incapacidad de la víctima de decir 'no'.
Así, Avilés ha incidido en que la sentencia del TS sobre La Manada permitió "cerrar la brecha entre la justicia y la sociedad" al impulsar este cambio legislativo de los delitos sexuales, incluyendo en la resolución el concepto de 'intimidación ambiental', en referencia a la superioridad de los agresores frente a la víctima.
Por su parte, para la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángeles Jaime de Pablo, esta sentencia ha sido "un punto de inflexión" contra "la estigmatización de la víctima" y para evitar la "tónica general de impunidad" sobre los agresores.
"El consentimiento es el eje fundamental para sancionar los ataques sexuales", ha proclamado en declaraciones a Europa Press, mencionando que el Convenio de Estambul y tratados internacionales así lo establecen. En esta línea, ha reivindicado esa modificación de los delitos sexuales así como otros avances legislativos que permitan "desarrollar recursos específicos" y de atención a víctimas de la violencia sexual.
La presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, ha exigido leyes "que garanticen la seguridad a las mujeres", al tiempo que ha expresado "confianza plena" ante un próximo gobierno "progresista".
En este contexto, ha vinculado la irrupción de Vox en las instituciones al aumento de la delincuencia sexual. "Hay más mujeres que sufren violencia sexual, hoy volvemos a decir 'ten cuidado adonde vas' y eso no es admisible", ha sentenciado.
Según datos de Interior, los delitos contra la libertad e indemnidad sexual denunciados ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) han aumentado un 11,2% en los primeros nueve meses del año. En concreto, las agresiones sexuales con penetración han experimentado un ligero aumento del 8,1% respecto a 2018.
No existen datos oficiales desagregados que contabilicen las violaciones que se cometen de manera grupal. De manera extraoficial, 'geoviolenciasexual.com' ha registrado en 2019 un total de 63 agresiones sexuales múltiples en España durante los diez primeros meses del año.
En este contexto, para la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, el "gran reto" contra 'Las Manadas' es la educación afectivo sexual, teniendo en cuenta que los jóvenes son educados "en el porno". Para ella, la reforma de los delitos sexuales "es imprescindible", pero también lo es la del sistema educativo para evitar la culpabilización de las víctimas y para "corregir" conductas sexuales "violentas" fomentadas en la pornografía.
En este sentido, ha hecho hincapié en otros pronunciamientos judiciales de 2019 que, a su juicio, es "clave". Este es el caso de los tres exjugadores de la Arandina CF condenados por la Audiencia de Burgos a penas de 38 años de cárcel cada uno por agredir sexualmente a una menor de 15 años. Cada uno de ellos parte de una condena a 14 años de prisión por agresión sexual, si bien se añaden otros 24 años por ser 'cooperadores necesarios' de la agresión de los otros dos.
Para Besteiro, esta sentencia es "un primer paso" para a acabar con la "cultura de la violación". En esta misma línea se ha pronunciado la magistrada Avilés, quien ha recalcado esta resolución es un paso hacia la adopción de "políticas proactivas" para impulsar una educación afectivo sexual "adecuada" con el objetivo de "evitar la banalización" de estas conductas delictivas.
Precisamente en 2019 se ha viralizado el himno feminista 'Un violador en tu camino', una canción coreografiada que nació en Chile y ya se ha interpretado en ciudades de todo el mundo, también de España. "Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía", reza el estribillo de este tema, que rechaza el patriarcado y la impunidad de los agresores.