Cuatro de los cinco miembros de ‘La Manada’ (todos, menos Ángel Boza, que no estaba presente) están siendo juzgados por un nuevo caso de abuso sexual en mayo de 2016, esta vez, en Pozoblanco. Cuando se estaba llevando a cabo la investigación por la violación de la joven de Pamplona, la policía encontró en sus teléfonos móviles un vídeo en el que se demostraba que también habían abusado de, al menos, otra chica.
La víctima no denunció en aquel momento porque la agresión (los tocamientos) tuvo lugar en el coche, mientras ella estaba inconsciente. Al bajarse, no recordaba nada, aunque luego se vio un “moratón en el muslo”. Terminó denunciando por la recomendación de un amigo.
La defensa de La Manada, que vuelve a estar en manos de Agustín Martínez, ha intentado que el vídeo, que se obtuvo de una forma ilegal (no se pueden recabar pruebas de un caso mientras se investiga otro, según él mismo) fuera anulado pero, de momento, no ha sido así. El juez ha dejado esa decisión para el final del juicio, por lo que éste continúa. Al no aceptar el vídeo como prueba, los demandados no han pronunciado palabra y han decidido no declarar.