¿Qué futuro les espera a los menores que se queden en España? ¿Es posible salir adelante siendo mena, un término que ya se ha convertido en despectivo? Según datos oficiales en estos momentos hay más de 12.000 en toda la península, tutelados por las distintas comunidades autónomas.
En Cuatro al Día hemos hablado con personas inmigrantes que llegaron siendo menores de edad, en una patera o en los bajos de un camión. Han conseguido un trabajo, se han labrado su futuro. Se sienten privilegiados aunque saben que muchos otros se han quedado por el camino.
Los chavales que intentan colarse en el puerto de Ceuta y llegar en barco a la península le remueven los recuerdos a Ismail, que justo hizo lo mismo con 16 años. Sentía que no tenía futuro en Castillejos, la ciudad fronteriza más afectada por esta crisis. 6 años después, con 22, ha logrado su sueño: un empleo fijo como mediador en la Cruz Roja, en Madrid, donde puede ser independiente.
Abdelá, exmenor no acompañado, asegura que "se puede ser mena y ser español con plenos derechos y deberes". Él mismo llegó hasta la universidad, y sus estudios de intervención social le permiten trabajar en este piso de acogida para otros jóvenes inmigrantes.
Sin apoyo familiar, sin recursos, el camino de estos menores es una carrera de obstáculos. Están protegidos por la administración hasta los 18 años, ahí se acaba la tutela y son muy vulnerables. Corren el riesgo de quedarse sin papeles si no logran un empleo.
Muchos caen en la marginalidad. Para evitar ese riesgo, dicen, es esencial apoyar a los chicos más allá de los 18 años, la formación es clave. Quieren ser un ejemplo contra el discurso del odio y ayudar a los que como ellos han llegado aquí en busca de un futuro.