Un consorcio formado por científicos de la Universidad de Oviedo, de Cartagena y de la UNIR trabajan en un dispositivo para detectar el coronavirus y que se puede hacer en casa en solo 30 minutos a un coste reducido.
"Es un dispositivo, en principio, que es una alternativa a la PCR", explica María Teresa Fernández-Abedul, catedrática de Química de la Universidad de Oviedo. “Sería coger la muestra con un hisopo, introducirla, se daría al botón y la idea es que salga en la pantalla positivo o negativo", añade Andrea González. investigadora de la Universidad de Oviedo.
El objetivo es acercar este novedoso aparato a los hogares. "Queremos que sea algo asequible, que se pueda tener un hogar familiar, en la empresa, en un centro...", cuenta José Francisco Beltrán, investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena.
Las aplicaciones prácticas son diversas. "Uno se puede encontrar mal en el trabajo, pues te hacen esta prueba y en unos minutos tienes el resultado", señala María Dolores Cima, investigadora de la UNIR.
Pero, ¿podría utilizarse esta prueba como pasaporte covid para viajar? Según Andrea González, investigadora de la Universidad de Oviedo, “si se obtiene la validación adecuada como dispositivo médico, no habría problema”.
En la calle, el invento sería bien acogido. Así, dos viandantes opinan que “a la hora de movernos y de todo pues incluso más económico nos saldría” y “que aparezcan iniciativas así, también... elevan un poco la moral".
Un consorcio formado por científicos de la Universidad de Oviedo, de Cartagena y de la UNIR está detrás de esta iniciativa. Muchos son jóvenes que viven la precariedad en primera persona, como Estafanía Costa que pudo retornar a este proyecto desde el extranjero gracias a una beca.
“Si no tienes ayudas, no puedes seguir investigando o hay mucha gente que lo deja y se dedica a otra cosa", expresa. En este sentido, Andrea González indica que “la mayoría de los investigadores jóvenes estamos un poco trabajando de forma bastante precaria".