Una veintena de temblores, todos ellos moderados, se ha sumado en las últimas horas al enjambre de terremotos que afecta a la Vega de Granada, con especial intensidad desde el de 4,4 con epicentro en Santa Fe que se registró el pasado sábado.
La Vega de Granada ha acumulado una veintena de seísmos entre el de 3,3 con epicentro en Santa Fe que se registró a las 22.18 horas y las doce horas siguientes, según la información del Instituto Geográfico Nacional.
La mayoría han tenido su epicentro en Santa Fe y solo cuatro de los temblores han superado los 2 grados de intensidad, lo que ha permitido a los vecinos recuperar cierta normalidad.
De momento, la Junta de Andalucía mantiene activa la fase de preemergencia del Plan de Emergencias ante el riesgo sísmico que se activó el pasado martes, día 26.
Los expertos han apuntado que este enjambre de terremotos es similar a la cadena de temblores que vivió Granada en 1979 y, pese a la imposibilidad de predecir los seísmos, han apuntado que la actividad podría continuar durante meses.
La sismicidad registrada es habitual en esta zona, que se enmarca dentro del sector central de las cordilleras Béticas, una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, fruto de la convergencia entre la placa Africana y Euroasiática una velocidad de unos 4-5 milímetros al año.
En la provincia de Granada han ocurrido importantes terremotos a lo largo de la historia, siendo la cuenca de Granada la más activa sísmicamente. El más antiguo del que se tiene constancia ocurrió en 1431 al sur de Granada que tuvo una intensidad macrosísmica de VIII-IX produciendo grandes daños en la Alhambra y el más virulento el de 1884 en Arenas del Rey, que alcanzó una intensidad de IX-X produciendo 839 víctimas mortales.
También destacan los terremotos de 1531 en la cuenca de Baza con intensidad VIII-IX y el de 1804 en la cuenca de Dalías con intensidad VIII-IX, que produjo gran destrucción en Dalias, Berja y Roquetas y 407 víctimas.