El buque Ángeles Alvariño del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que realiza la búsqueda en el mar de la pequeña Anna, de 1 año, y de su padre Tomás G., ha regresado al puerto de Santa Cruz de Tenerife por una avería en el equipamiento, informaron a EFE fuentes de la Guardia Civil.
El Ángeles Alvariño regresará para continuar el rastreo en cuanto se solventen las incidencias técnicas, añadieron las fuentes.
Esta es la primera vez que el navío del IEO regresa a puerto desde que el 30 de mayo llegase a Tenerife para participar en la búsqueda de Tomás G. y sus hijas Anna y Olivia, desaparecidos el 27 de abril.
El buque tenía previsto regresar a su base en Vigo esta semana cuando se decidió prorrogar su labor de rastreo después de que el lunes encontrase una botella de submarinismo y un edredón que pertenecían a Tomás G., y el jueves por la tarde localizase el cuerpo sin vida de Olivia, de 6 años, a mil metros de profundidad, dentro de una bolsa de deporte atada a un ancla.
El buque, dotado de un sónar y un robot submarino, está de forma ininterrumpida rastreando una zona que tiene una profundidad de entre 1.000 y 2.000 metros y en principio continuará estos trabajos hasta el lunes 14 de junio aunque, según ha adelantado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, la estancia se podría alargar unos días más en función de lo que se pueda encontrar.
El hallazgo del cuerpo de Olivia a mil metros de profundidad, dentro de una bolsa atada a un ancla causó consternación en la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife que desde hace 45 días busca "de forma incansable" a las dos menores y a su padre.