Un grupo de geólogos de varios países ha hallado un trozo de corteza continental del tamaño de Groenlandia, que recibe el nombre de Gran Adria. Un continente perdido que se separó del norte de África y que se hundió en el mato terrestre bajo el sur de Europa. Los investigadores hallaron restos de esta corteza al estudiar todas las cadenas montañosas entre España e Irán durante 10 años, según publica la revista Gondwana Research, según recoge 20Minutos.
"La mayoría de las cadenas de montañas que investigamos se originaron en un solo continente que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años", señala Douwe van Hinsbergen, investigador principal y profesor de Tectónica Global y Paleogeografía en la Universidad de Utrecht. “La única parte restante de este continente es una franja que va desde Turquía a través del mar Adriático hasta el talón de la bota que forma Italia”, añade.
"Es simplemente un desastre geológico: todo está curvado, roto y apilado. Comparado con esto, el Himalaya, por ejemplo, representa un sistema bastante simple. Allí puede seguir varias líneas de falla grandes en una distancia de más de 2.000 kilómetros", comenta Hinsbergen, que dio el nombre de Gran Adria al descubrimiento.
Las rocas fueron raspadas cuando el continente se hundió totalmente. Estas raspaduras forman los cinturones del relieve de los Apeninos, Alpes, Balcanes, Grecia y Turquía. Este continente perdido, que se encontraba bajo el agua, formaba mares tropicales de poca profundidad donde se podían encontrar arrecifes de coral.