La productora de ‘Cuatro al día’ ha recibido la denuncia de dos extrabajadoras de una residencia de ancianos en Ullastrell, donde ha habido, por ahora, 12 fallecimientos por coronavirus. En los audios que han proporcionado, se oye claramente a la responsable del centro dándoles la orden de que no dejen a los residentes hablar con sus familias y también se burla de lo mucho que van a tener que trabajar con ellos, ahora que ya estaban aislados.
“No cojáis el puñetero teléfono a los hijos. Sólo lo tenéis que coger cuando llame yo, desde mi fijo o desde mi móvil. A las familias, no. Si un anciano tiene un resfriado, le dais agua. Si no puede respirar, agua. Y, si dais uno de comer en el salón van a ir todos, porque están aburridos sin sus hijos. Os lo vais a pasar bomba”, decía la jefa a sus empleados.
Una de las extrabajadoras que ha mandado estos audios, también ha dado la cara. Sin tapujos, ha contado que su jefa, sabiendo que ella había dado positivo en COVID-19, la obligó a volver a trabajar con los ancianos, o le “mandaba los Mossos a su casa". Por supuesto, quería que se reincorporara sin ningún material de seguridad.
También ha denunciado que los ancianos que se fueron contagiando estaban en las mismas habitaciones que los sanos y, aunque sólo se esté acusando a una persona negligente, esto es un reflejo del drama que se está viviendo en muchas residencias desde que comenzó la crisis del coronavirus.