La propuesta de implantar una jornada laboral de cuatro días no es nueva, pero se ha vuelto a poner de manifiesto tras la crisis global desatada por el COVID-19. Con puntos a favor y en contra, defensores y detractores, el debate está sobre la mesa y parece que ya se van dando pasos para que, en algunas empresas, trabajar cuatro días sea posible.
En enero de 2020 la empresa Software Delsol, una sociedad dedicada a la fabricación de software de gestión orientada a pymes afincada en Jaén, blindó en su convenio la jornada de cuatro días semanales, sin aumento de horas al día y sin reducción de sueldo. El resultado, más de un año después, se ha traducido en un aumento de facturación y una disminución del absentismo laboral. Ahora, son conscientes de que a pesar de que su caso sea un éxito, no tiene por qué funcionar igual para otras empresas.
El caso de Software Delsol es el de una empresa con cerca de 200 trabajadores, pero hay ejemplos de grandes empresas como Microsoft, que ha aplicado este modelo en Japón y defiende con datos el éxito de la iniciativa. De hecho, aseguran que la productividad aumentó en un 40%, y cuentan con 2.300 empleados.
La propuesta que estudia el Gobierno con Más País, y liderada por Íñigo Errejón, se basa en la implantación de la jornada laboral de 32 horas semanales (la misma que tiene Software Delsol). Con ella busca garantizar la salud laboral y la conciliación familiar, al tiempo que pretende impulsar la innovación y la I+D+i en el sector industrial.
Íñigo Errejón asegura que la propuesta es rentable porque mejora las condicione de los trabajadores y se ha demostrado que más horas de trabajo no se corresponden con una mayor productividad. Otros expertos aseguran que este tipo de jornada, además, serviría para retener y potenciar el talento, y disminuir el paro.
Muchos se preguntan cómo se puede rendir más trabajando menos, pero en Software Delsol aseguran que esta medida, que afecta al 100% de la plantilla, ha aumentado visiblemente la eficacia, la organización de tareas y el compromiso de todos los trabajadores.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) está completamente en contra de la medida, sobre todo en la situación de crisis actual. y se piensa que el clima que se puede crear es el de desconfianza. Los sindicatos, aunque creen que este tipo de jornada laboral debería ser un objetivo a alcanzar, no creen que este sea el momento de plantearlo.
Los empresarios ven inviable reducir la jornada de trabajo sin reducir el sueldo y los expertos les respaldan: a menos que una empresa tenga un excedente de capital de un 20% no lo puede sostener. Y la realidad es que muchas empresas están experimentando grandes pérdidas a causa de la crisis.
También se matiza que una propuesta de este tipo no es para todo tipo de empresas. Solo aquellos sectores en los que se pueda digitalizar y automatizar procesos, podrían aumentar la rentabilidad y reducir los costes.
Telefónica ha sido, por su parte, la primera gran empresa en probar la semana laboral de cuatro días. Se trata de un experimento que va a durar tres meses y al que se puede acoger un 10% de su plantilla como máximo. Eso sí, la condición es que, junto con la jornada, se reduce el sueldo. En cualquier caso, son pequeños pasos que ayudarán a evaluar si en un futuro cercano será posible trabajar solo cuatro días a la semana.