Tras su épica entrevista en directo junto a Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera, Rocío Carrasco retomó el relato de su vida en este octavo episodio del documental, dedicado en buena parte a la agresión que sufrió en el año 2012 por parte de su hija, Rocío Flores. Antes de llegar al momento en el que, tras una discusión por una nectarina, su hija le propinó golpes y patadas, Rocío habló de cómo su hija pasó de "ser un ángel ha convertirse en un demonio".
La hija de Rocío Jurado aseguró que su hija hacía fotos a sus documentos con un móvil que le había regalado su padre, que le contestaba cosas como "que se vaya al cuarto tu madre que está enterrada" y que, incluso, llegó a amenazarla con un cuchillo. Reacciones muy agresivas que la adolescente sólo mostraba cuando estaba a solas con su madre y nunca delante de Fidel Albiac.
Rocío Carrasco confesó que sólo una vez Fidel escuchó a Rocío Flores diciéndole a su madre "ojalá te mueras", pues ella no le contaba nada a su compañero de vida sobre lo que ocurría con su hija porque él se llevaba muy bien con ella y eso a Carrasco le daba una esperanza de futuro.
Sin embargo, esto ha sorprendido a muchos telespectadores, entre los que se incluye Joaquín Prat: "Me llama la atención que , iviendo en una misma casa y compartiendo una misma realidad, se oculten cosas que están pasando dentro del domicilio", ha dicho.