La Tierra atravesará una nube de partículas y rocas espaciales en los próximos meses, según una investigación publicada en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society' que alerta de que este hecho representa un riesgo mayor del que se pensaba para nuestro planeta. Según los investigadores de la Universidad de Ontario Occidental, en Canadá, existe la posibilidad de que los restos dejados por el cometa 2P7Encke, un cuerpo de 4,8 kilómetros de largo, puedan trasladar fragmentos de 100 metros de diámetro, informa 'La República'.
Sobre la formación de estos cuerpos, se sabe que generan anualmente la lluvia de estrellas de las Táuridas, la cual es visible durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, cuando la Tierra atraviesa la zona en la que se encuentran.
Para los investigadores es de suma importancia observar el cielo en los próximos días. "Observar eventos como estos nos permite comprender los riesgos que afrontamos. Nuestra investigación es una llamada para que los observadores salgan ahí fuera y observen", afirmó en un comunicado David Clark, coautor del estudio junto a Paul Wiegert y Peter Brown.
Existe la preocupación de que este hecho pueda generar una devastación como la causada en el evento Tunguska, en el año 1908. En aquella ocasión, la caída de un objeto provocó la devastación de más de 80 millones de árboles y 2.000 kilómetros cuadrados de bosque. Bajo el criterio de los científicos, este hecho es compatible con la trayectoria de un asteroide proveniente del enjambre de meteroides que genera la lluvia de estrellas de las Táuridas.
Ante esta situación, otro de los autores de la investigación, Peter Brown, solicitó emprender una campaña de búsqueda para localizar si hay presencia de este tipo de objetos en la zona y poder certificar, si se da el caso, que hubo un evento de estas características. Se mantiene la interrogante sobre si es posible que los restos de este cometa conviertan un impacto como el de Tunguska, el cual se indica que ocurre una vez cada 1.000 años, en algo mucho más frecuente, según lo planteado por los investigadores.