Un profesor de la Onubenese acapara portadas por desvelar los datos del meteorito que golpeó la Luna el 21 de enero
New York Times, Washington Post, Daily Mail o Japan Times se han hecho eco de su estudio
La roca entrante tenía una masa de 45 kilogramos
Nunca antes se había detectado un impacto en la Luna durante un eclipse
El último gran descubrimiento astronómico de la Universidad de Huelva acapara estos días gran parte de la información científica nacional e internacional. Medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco, en concreto, de los cálculos realizados por el profesor de la Onubense José María Madiedo sobre el meteorito que golpeó la Luna el pasado 21 de enero, detectado por Madiedo en el marco del proyecto MIDAS (Sistema de Detección y Análisis de Impactos en la Luna).
Las conclusiones del profesor de la Universidad de Huelva han sido publicadas en medios nacionales e internacionales como el New York Times, Washington Post, Daily Mail o Japan Times, donde se hacen eco de cómo el meteorito golpeó la luna a 38.000 millas por hora (61.000 kilómetros por hora) y de otros datos calculados por Madiedo y José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, como que la roca entrante tenía una masa de 45 kilogramos y un diámetro de entre 30 y 60 centímetros.
A través de las imágenes de vídeo de MIDAS, que utiliza ocho telescopios en el sur de España, Madiedo también calculó que el meteorito dejó un cráter de hasta 15 metros de diámetro, así como que los residuos expulsados alcanzaron una temperatura máxima de 5.400 grados centígrados, aproximadamente la misma que la superficie del sol, tal y como se indica en el estudio, que fue publicado en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.
Nunca antes se había detectado un impacto en la Luna durante un eclipse. Era algo que tanto el propio Madiedo como otros investigadores habían intentado hacer en diversas ocasiones, aunque sin éxito. “Algo dentro de mí me dijo que esta vez sería el momento”, señala Madiedo, que quedó impresionado cuando observó el impacto, ya que fue “más brillante” que la mayoría de los eventos detectados regularmente por MIDAS. El impacto se produjo cuando toda la luna brillaba con un rojo “sangre” durante el eclipse lunar de aquel día, cuando se daba la primera luna llena de 2019 y un eclipse lunar total que no se volverá a repetir hasta el 26 de mayo de 2021.