Los gritos de auxilio se sucedían desde el exterior. Las primeras víctimas aparecieron tendidas en el suelo. El asesino abrió fuego de manera indiscriminada en un Walmart repleto de genteindiscriminada en un Walmart repleto de gente. “Estábamos esperando para pagar cuando escuchamos disparos, al principio parecían golpes”, comenta una clienta que se encontraba en los grandes almacenes.
Minutos después se extendió el pánico por todo el centro comercial. La policía desalojó los establecimientos al grito de “mantengan los brazos en alto”. “Los agentes entraron con metralletas y cascos, nos dijeron que si podíamos que corriéramos”, comenta una testigo del lugar.
Los carritos de la compra se convirtieron en camillas improvisadas para atender a los heridos. Así fueron transportadas las víctimas a los hospitales, que se encontraban en estado de shock. Un sábado de compras para preparar la vuelta al colegio, convertido en uno de los días más mortíferos en la historia de Texas. “La policía nos comentó que habían detenido a un hombre, que estábamos en demasiado peligro”, asegura una mujer que se encontraba en el lugar.
Patrick Crusius es el presunto asesino, detenido sin ofrecer resistencia. Tiene 21 años y es residente en Dallas. Recorrió mil kilómetros hasta la frontera con México. Entró en el centro comercial equipado con auriculares contra el ruido, camiseta negra y pantalón de camuflaje. En sus manos un rifle de asalto para "matar a cuantos más mexicanos mejor", según confesó a los agentes.
A él se le atribuye un manifiesto racista colgado en la red minutos antes de la masacre. El título: una verdad inconveniente, contra lo que considera la invasión hispana de Texas, inspirado directamente en otra matanza, la de Nueva Zelanda hace 5 meses, contra dos mezquitas.
Según informa el gobernador de Texas hay 20 muertos y 26 heridos. Se está investigando como un crimen de odio. El presidente Trump ha hablado a la nación desde su cuenta de Twitter para condenar la masacre como un acto cobarde además de mostrar su solidaridad con las víctimas. Solidaridad que se vio en las colas que hicieron los ciudadanos para donar sangre en los hospitales de El Paso.