Philip Arps, dueño de una empresa de aislamiento térmico que se promociona con motivos e imágenes de temática neonazi, ha sido condenado este martes a 21 meses de prisión por difundir y compartir el vídeo del atentado terrorista que tuvo lugar en marzo contra dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch, donde murieron 51 personas.
El juez de distrito Stephen O'Driscoll ha indicado que Arps señaló a la Policía que el vídeo que fue grabado por el autor de los atentados era "genial", según han recogido medios locales.
Arps es dueño de una compañía que utiliza símbolos como cruces solares o soles negros como logos, algo que es común entre neonazis. Además, la empresa asegura que cobra 14,88 dólares neozelandeses por metro de material de aislamiento término, una referencia a un eslogan supremacista blanco y al propio Adolf Hitler (la H es la 8ª letra del alfabeto).
El día posterior a la masacre el empresario envió el vídeo a un desconocido al que pidió que fuera modificado para que se introdujera un "contador" por cada persona que apareciera muerta en él. También lo compartió con una treintena de personas.